Muchos meses de entrenamiento, casi 7. Muchos días levantándome a las 06:00 AM para ir a nadar, doblando entrenamientos, saliendo sábados y domingos a hacer rodajes de 4, 5,6 horas y después carrera. Semanas con entrenos de muchas horas, llegando a un pico de 20 horas en la que vi más a mi bici que a mi mujer Estefanía que es una Santa.
De repente nos plantamos en la última semana casi ya sin entrenos y todo el pescado vendido. Fuimos en coche para Niza, lleve también la bici de Sergio. Reconozco que transporté las bicis durante los 1300 km con la delicadeza como si fueran una cesta de huevos gigante. No sé para vosotros pero yo una de las mayores preocupaciones que tengo cuando voy a competir es que la bici me deje tirado, en mi confío plenamente, pero en los accesorios externos no.
El jueves ya estábamos allí. Tenía ganas de que llegara Sergio para empezar a charlar y decir tonterías como siempre, que ya sabéis que relajan mucho. Lo bueno de tener a Sergio al lado es que aparte de que simplifica todo y te da mucha moral, creo que es de los pocos que se lee hasta el último detalle de la User Guide del atleta y no deja un resquicio a la incertidumbre. La cantidad de cosas que hay que preparar y la logística estresan un poco.
No os voy a aburrir con los previos y me situó ya en la playa. La entrada, rodeados de gente, te das cuenta de la magnitud de lo que vas a hacer. 06:00 AM y un ambientazo increíble. Teníamos cajones para colocarnos en función del tiempo que tuvieras planificado hacer. Se supone que va a ir al mismo ritmo que el resto de la gente del cajón y por tanto la natación será más fluida, pues bueno, creo que es el único triatlón de mi vida en el que me he estado dando leches con gente todo el trayecto.
Nos colocamos en el cajón de la 1h 15’, tirando un poco a conservador y también por disfrutar juntos de la experiencia. Ponen música Dance a tope en la playa, se me humedecen los ojos de la emoción, estoy supermotivado y me da por bailar un poco para quitarme presión. Miro hacia abajo y me encuentro a Sergio sentado y mirando al suelo concentrado y con cara de preocupación. En ese momento me doy cuenta de que voy a estar al menos 11 horas sin parar y me digo que con todo lo que he sufrido entrenando y la gente que me va estar siguiendo online desde España no puedo fallar y que lo voy a dar todo. No es momento de tener miedo.
A las 06:25 salen los profesionales todo chulos desde el agua. Sergio y yo nos damos un abrazo y nos deseamos suerte. A nosotros nos toca correr un poquito desde la playa a las 06:25 clavándonos todas las piedras en los pies. Todas las playas de esa zona no tienen arena. En los entrenamientos no había hecho nada específico sobre piedras en punta.
Empiezo a nadar, tranquilo y no estoy nervioso, empiezo a coger ritmo, bien. El agua es de un azul transparente precioso y es de las pocas veces que he conseguido ver los pies del que tenía delante, igualito que en la casa de campo.
El amanecer, el color del agua y el contexto lo convierten en un momento que no se si volveré a sentir.
Son 3800 m, 6 boyas, una de ellas casi ni se ve a lo lejos en el mar, pero he decidido no verlo de esa manera. Para mi es una natación de entre 1h 10 - 1h 20 igual que la que he hecho muchas veces en la piscina. Me da igual el tiempo y lo lejos que nos vayamos de la costa, tengo que nadar como en la piscina, el tiempo tiene que correr y yo tengo que disfrutar.
Al llegar a la primera boya, en una braza larga, noto como la alianza de boda se resbala de mi dedo, miro, y la veo caer en el agua azul. No la puedo coger. He nadado mil veces con ella y nunca había tenido ni un amago de salirse. En la antigua Roma después de una gran batalla se sacrificaban animales para dar las gracias a los Dioses. Yo, en medio de esta batalla, regalé está ofrenda a Neptuno, o por lo menos quiero verlo así. El resto del tiempo nadando estuve cabreado y un poco triste por haber perdido la alianza, pero también me ayudó a que se me pasarán los metros sin darme cuenta.
Golpes, codazos, patadas, corrección de posiciones, gente que se queda parada, gente nadando a braza, gente parada colocándose las gafas. Lo de siempre.
Al igual que a sergio desde la último boya hasta la playa se me hizo eterno. Era mejor no levantar la cabeza, todo se veía pequeñísimo. Al pasar por la playa en la primera vuelta (2400) miré el reloj para ver cómo iba y sorpresa, estaba parado, aunque con las leches que nos íbamos dando no me extraño nada. Le pregunte a uno que iba a lado ( que dio la casualidad que era español) y 44 minutos, estaba nadando en tiempo y me sentía muy bien. Al salir del agua había que pasar por una especia de pasarela y nuevamente a sufrir con las piedras en los pies, joder, para eso pago este dineral, ponme una alfombra persa coño!!
A por la segunda vuelta!! Me tiré de nuevo con confianza, nadé como no he nadado nunca e hice los 1400 restantes en aproximadamente 25 minutos. ¿Quizá estoy aprendiendo a nadar?
Hice la transición en casi 8 minutos, tranquilo y con ganas de coger la bici. No vi a Estefanía en ese momento, ella a mi si, y me fastidió mucho porque quería quitarme el peso de decirle que había perdido la alianza.
Me llevé de comida un montón de barritas y sándwiches de jamón igual que había hecho en los entrenos y que me habían sentado muy bien. Me había propuesto comer algo cada media hora, y hasta las 2 horas lo cumplí, pero a partir de ese momento y coincidiendo con el puerto se me cerró completamente el estómago y empecé a sufrir. Los 100 primeros km de carrera creo que los hice en apróximadamente 4 horas y eso teniendo en cuenta el bloqueo que llevaba y el cansancio acumulado fue el peor momento para mí. No vi peligrar el ironman, pero sinceramente pensé que en la bici me iba a las 07:30 y que terminaría pasando las 13 horas petando en la Maratón.
Las especial needs (km 70) las cogí por no dejarlas allí , que la comida no se tira me ha enseñado mi madre. No me entraba nada.
En el 100 más o menos decidí bajar un poco el ritmo y seguir, seguir y seguir. En algún km me cruce con Sergio y sentí ganas de decirle, ¡Oye porque no nos paramos 10 minutos y comentamos un poco la jugada!!
De repente, a partir del 120 y ya con casi 2000 metros de desnivel acumulado en las piernas, cuando el terreno empezaba a ser más favorable note como una especia de interruptor se activaba en mi cuerpo y empecé a sentirme mucho mejor. Probé a comer un trozo de barrita y me entró bien, me gustó y me apeteció comer más. Desde el km 120 al 180 creo que me comí como unas 5 barritas de Power Bar y un plátano e iba a más. Hacía mucho calor y en cada avituallamiento, que era cada 20 km aproximadamente, siempre cogía una botella de agua y otra de bebida isotónica. La mita de la de agua me la echaba por encima y el resto del líquido me lo bebía. No se la cantidad de botes que me pude llegar a beber.
Los últimos km con la bici se me hicieron muy pesados por el viento, porque era llaneando y a mí no me gusta y porque siempre andaba por ahí un juez para arriba y para abajo mirando con lupa y tocando las narices en sitios donde no había ni espacio para 3.
Entrando en Niza me di cuenta de hasta donde llegaba la carrera. Hasta el aeropuerto. Había mucha gente ya corriendo y me dije “ Gustavo creo que llegas un poco tarde a esta fiesta”, pero bueno, rápidamente me quite ese pensamiento de la cabeza y me centré en hacer la transición bien y hacer lo que más me gusta, correr.
Al final terminé la bici como había pensado. Mi idea antes de empezar era hacer 06:30 y terminé en 06:25 m.
Escuché a Estefanía, por fin. Lo primero que le dije es “cariño, he perdido la alianza en el agua” y ella me dijo “Da igual, no pienses en eso ahora. Bájate de la bici y corre, corre. Esto es lo tuyo.”. Me puse a llorar poniéndome las zapatillas y no tenía ni idea de cómo iba a reaccionar mi cuerpo. Estaba más cascado de lo que pensaba. Todos los entrenamientos que hice los fines de semana en ese momento funcionaron y cuando salí a correr os prometo que no me dolía nada, iba rápido, muy rápido para todo lo que llevaba antes.
Hice la primera vuelta en 44 minutos y la segunda en unos 45. Me animaba, me gritaba y me subía mucho la moral y la motivación ver qué pasaba a todos con facilidad. Hasta empezar la tercera vuelta por un momento pensé que podría hacer la maratón en 3h 10.
Al igual que en el agua no me iba fijando en los km, simplemente tenía que correr y según mis cálculos como mucho 3h:30. Los km asustan el tiempo no.
En la tercera vuelta empecé a notar que iba más cascado. Ya me paraba a beber y a mojarme en los avituallamientos y tuve que tomarme un par de geles y medio plátano.
Un poco más, un poco más y la tercera vuelta estaba completada. Cada vez que veía a Estefanía y a Laura con la bandera de España me daba el subidón. Me crucé a Sergio un par de veces y le vi bien, ¡Sabía que lo conseguirías! ¡Nunca defraudas amigo!
La última vuelta fue un poco agónica, pero creo que más por lo que iba a conseguir que por lo cansado y destrozado que iba.
Paciencia, paciencia, quedan 5km, paciencia, 4km, paciencia , 3, 2, 1…….100 m y me desvío a la meta.
Veo el cartel diciendo en lo que me voy a convertir Finisher Ironman. Sólo veo la meta. De repente oigo a Estefanía detrás de mí, donde el público, gritándome, me paro, me doy la vuelta, deshago 10 metros y me abrazo a ella para llorar y darle las gracias. Ella también llora y los dos estamos felices de ver cumplido un sueño.
Avanzo los 20 metros que me quedan para llegar, subo la pendiente y disfruto, soy finisher 11h 14 minutos. Miro la medalla como si fuera lo más bonito del mundo, miro al cielo y me acuerdo de muchas personas .
Dedicado a mi madre porque me ha enseñado a no abandonar nunca y sólo pensarlo me hace avergonzarme.
A mi hermano, porque le encantaría hacer deporte y no puede, y en realidad yo soy dos en uno porque me cede sus fuerzas.
También para mi padre y abuelo que desde algún sitio me protegen y me ayudan, y el viento son sus manos en mi espalda.
Por supuesto para Estefanía, que me permite compartir mi vida con ella. Me anima, me apoya, me acompaña, me comprende, más de lo que nunca he soñado. Sin ella esto sería totalmente imposible.
No quiero olvidarme de todos mis familiares y amigos, que han estado ahí y a los que he dedicado mis pensamientos y mis lágrimas en muchos entrenamientos y carreras. Son una parte fundamental.
Mi secreto no tiene nada que ver conmigo, está en todos los que me rodean.
13 comentarios:
Enhorabuena por el IM, y por el tiempazo...cuando veía los primeros parciales de carrera en el live pensé que o estaban mal o ibas a batir algún record. ¡Menuda bestia!
Por cierto, para no gustarte hacer crónicas...¡Esta ha sido realmente emotiva!. :)
Coño, me he emocionado, de verdad, se me han saltado las lágrimas, me acuerdo cuando acabé mi primer maratón, las sensaciones de logros antes inalcanzables son indescriptibles.
Enhorabuena, y recordad que la meta de hoy es la salida de mañana.
Tremendo Gustavo, parece que estoy viviendo todo de nuevo.
Me ha encantado lo de la ofrendaa Neptuno.
Bueno, habrá uqe ir preparando alguna otra historia, ¿no?
ja ja. Gracias. Sólo he escrito lo que tengo en la mente. Todo grabadito a fuego.
Pues yo cada vez que lo leo me parece más increible todavía haberlo terminado.
Lo importante que es en la vida creerse las cosas y estar convencido de ellas.
He llorado como una Magdalena. Enhorabuena primo y besos a ti y a Estefanía.
Enhorabuena, Aunque hagamos mucho deporte, muy poca gente se puede imaginar el sacrificio, sufrimiento y satisfacción que puede dar una prueba de ese tipo.
Un abrazo muy fuerte a ti y a los tuyos.
Jaime (Burgos)
Que bonito!!!
Excepcional la manera en la que lo has contado ;-)
La de "vuelcos" que dá la cabeza y el estomago en ese tipo de pruebas...
Enhorabuena!!!
Gus, una crónica muy emocionante, espero no tener que esperar a que hagas otro IM para volver a leerte.
Si tu única queja es por los chinos de la playa, es que estás hecho un animal.
Madre mía, debías ser un comecocos en el maratón.
Enhorabuena!!
Pablo
nano armadillos: plas, plas, plas... enhorabuena!
ya sabeis la envidia que me habeis dado los 2.
Desde luego puedes estar muy orgulloso de haberlo conseguido. Un IM no es cualquier cosa, esto requiere constancia;trabajo y mucho esfuerzo,así lo veo yo, pero vamos que te voy a decir a ti. Está claro que nos has dado una lección a todos.
Gracias por tú crónica y por compartirlo con nosotros. Espero q se lo cuentes a Ángel cuando sea mayor.
Un abrazo
Cris
Cuando preparaba el maratón de Vitoria y no tenia ganas de entrenar, me acordaba de tí y de tus horas de entreno para el IM... y me volvían a entrar las ganas...
Cuando en el online iba viendo tu progresión y tu carreron disfruté como si estuviera allí contigo... y me dió envidia...
Cuando he leido hoy la crónica en el blog, reconozco que me ha emocionado y me ha recordado el porque de algunas de las "barbaridades" que hacemos...
Eres un crack, y un auténtico finisher... un abrazo virtual, que espero darte muy pronto en directo...
DaniCuadrado
Enhorabuena al deportista. El oro te define como persona pero es demasiado blando para definirte como deportista, por eso el mar se quedó con tu anillo, para que ahora lo sustituyas por uno de hierro...
Enhorabuena al finisher. Te mereces el premio de finalizar un IM porque te lo has ganado a pulso día a día, entreno a entreno, madrugón a madrugón... y lo de hacerlo en 11h14m... sin palabras amigo.
Enhorabuena al marido, al hijo y al hermano, por tener una mujer como Estefanía y una madre y un hermano como los tuyos. Estoy convencido de que sin ellos todo lo que haces sería imposible hacerlo.
Y enhorabuena a todos los que te conocemos porque tenemos la suerte de conocerte, y de compartir estos y otros momentos contigo.
Por cierto, espero que pronto volvamos a ir juntos al monte, con el sherpa Dani que escribe arriba, y con el resto de la tropa ingenieril. Aunque ahora te va a tocar cargar con las mochilas de todos!!
Un abrazo,
JoseSanz
Muchas gracias a todos!! Estoy deseando veros para daros un abrazo y contaros los nuevos proyectos, que no tienen porque ser sólo deportivos.
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