jueves, 18 de abril de 2013

IX Triatlón de Elche

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Primera cita triatlética de la temporada, y 5º medio ironman al zurrón. Esta vez tocaba viajar a Elche, una paliza, menos mal que fraccioné el viaje en dos días y el sábado se hizo ameno debatiendo con Sergio todo el camino sobre política y ciclismo...de triatlón ya hablaríamos el resto del viaje :)

Tras un sábado bastante agotador, con reconocimiento de la natación en el Mediterráneo, paseo en bici, check in y cena a base de pizza y helado, tocaba madrugón el sábado. Las condiciones eran estupendas, sol naciente, agua fresquita y mar aparentemente en calma. Este invierno he corrido mucho y bien, dándole un gran mordisco a mis marcas de 10.000 y media maratón, pero me faltan muchas horas de bici y piscina, así que el plan es cumplir con el trámite del agua, ir tranquilo en bici, y ya veremos como sale la carrera. Se trata de un triatlón facilito, facilito. Natación en el mar a una vuelta, bici llana, llana, pero que muy llana, que tuvo que ser acortada a 82km por problemas con las autoridades, y carrera a pie divertida a dos vueltas, con un tramo de escaleras y otro de arena blanda en la playa.

Con algo de retraso, bocinazo y allá que salimos a los pies de Sergio, pero enseguida tiene que parar a colocarse las gafas, así que lo adelanto y sigo metido en el grupo. Nado bien abrigado hasta la primera boya recibiendo tortas continuamente, una en la mano de la que aún tengo marca y que me la dejaría hinchada durante toda la competición. Salvo estos gajes del oficio, todo perfecto hasta la segunda boya, situada a 800m, que paso en 14:40. El giro a la izquierda deja una tirada larguísima paralela a la costa, y aquí pierdo bastantes puestos. Reagrupamiento en la última boya para encarar la playa en grupo y con buenas sensaciones. 36:20 netos, tiempo "decente" para poco entreno, a ver si con esto me quito los fantasmas de la natación del año pasado. Puesto 642 de 1120 finalizados.

Transición eterna y el circuito de bici nos recibe con una bonita cuesta que empieza al 8% pero toca al final el 12%. Paso a mucha gente y arriba tomo contacto con el acople, bajando tranquilo hasta la carretera del aeropuerto, a partir de aquí pica hacia arriba un poco, pero bastante llano todo. Aquí intento no pasarme, porque el viento sopla lateral y a ratos a favor, y como dice Sergio "la cabra pide watios".

Salida a una autovía y hay que dar dos vueltas con dos puntos de giro. El recorrido es feo de narices, ideal para el despliegue de cabras y cascos aero que se ve alrededor. No hay que sacar plato en ningún momento, y lo ideal es ir siempre acoplado, aprovechando los escasos repechos para ponerse de pie y relajar las piernas. El viento sopla ligero de levante, así que da de cara en un sentido, y de culo en el otro.

La primera vuelta la hago encendido, de hecho cuando acabo el tramo de viento a favor en el km 35 llevo 36km/h de media. Ritmo de suicidio, pero es lo de siempre, pasas gente, pasas gente y luego lo pagas. Además me aburro bastante en estos triatlones llanos, me pongo a pensar en otras cosas y en vez de bajar el ritmo lo subo. Por cierto, que una juez en moto le sacó una amarilla a un chupón que iba a 10cm de mi rueda trasera, y el tío aún tenía más que decir y se puso a insultarla. 

El resto de la bici lo hago con el freno de mano echado, cabreándome a ratos con lo poco que respeta la gente el drafting, y sin pena ni gloria vuelvo a boxes a ritmo cochinero creyéndome muy entero para la carrera. Parcial 357 de 1120, a 34,1km/h de media según la organización, 34,5 según el Garmin.

Me bajo en la T2 y ooooops, calambre tremendo en el cuádriceps. No sé si me pasé en la bici, el calor, que bebí poco, o la falta de kilómetros de este año, pero mi gozo en un pozo. Intento salir despacio a ver si baja pero en cuanto llego a las famosas escaleras tengo que parar a bajarlo dándole un buen masaje. Subo como puedo escaleras y cuesta, bajo andando y al llegar al avituallamiento pregunto a ver si hay plátanos. Me dicen que no...así que cojo lo único que veo con sales, que es el isotónico, y me bebo cuatro vasos del tirón. 

Aprovecho el tramo llano que hay hasta la playa para coger ritmo, y lo estabilizo en 4:40, mucho más lento de lo previsto, pero es lo que hay. Empiezo a pasarlo un poco mal con el calor, estamos a 25º y en Galicia no hemos pasado de 15º en todo el invierno. La zona de playa me encanta, adelanto a bastante gente aquí y en las pasarelas, y empiezo a pensar que el cuádriceps ya está bien. 

Sigo metiendo isotónico en vena, y cuando llegan las escaleras otra vez las subo caminando con buenas sensaciones. Sin embargo la puntilla me la pone la bajada, que intento hacer corriendo, y me da otra vez un calambre en el mismo sitio. Tras más masaje y más isotónico, cojo ritmo más lento, en torno a 4:50, intentando acabar lo más dignamente posible. Cuando paso por segunda vez por la playa, me vengo arriba y cambio para acabar bastante fuerte los últimos 3km. Saludo de Ximo (no me abrazó, que dicen que es lo típico...) y rápidamente a los fisios a recibir un buen masaje. Parcial 539, 1h38m38s. Puesto final 445 de 1.120 con 4:46:25. Discreto, pero si no se entrena, los resultados no llegan. En el triatlón no hay milagros.

Sergio entra poco después con un tiempazo para sus ridículos números de entreno. Dudo mucho que haya 20 tíos por delante de él que hayan entrenado menos. :D Además el tío está de lo más entero y tiene ganas de enseñarme Alicante por la tarde, cosa que agradezco, pues es la primera vez que me ven por esos lares. Y aunque el triatlón de Elche está bastante bien organizado y el ambiente es bueno, creo que tardaré en volver por allí. ¡Demasiado lejos!