domingo, 29 de septiembre de 2019

Challenge Madrid. 1/2 IM. 22/09/2019

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Para que los recuerdos no se pierdan como lágrimas en la lluvia, como decía más o menos el replicante de Blade Runner, me he animado a recuperar el blog de los armadillos.

Dicen que no hay quinto malo, y este era mi quinto medio ironman. Parece mentira. Valoro cada una de estas locuras como una pequeña heroicidad. Para el primero hice el típico Excel con los entrenamientos, para este me he dejado llevar por mi supuesta experiencia. No ha sido una preparación específica (de ahí llegar pasado de kilos y justo de forma), por lo que tampoco tenía mucho sentido el Excel. La distancia me atrae mucho porque tiene el punto de sacrificio justo. Punto de sacrificio que depende mucho del estado de forma en que llegues, la propia prueba y tus propias expectativas. La verdad es que el año pasado fue durillo por la maldita ciática. Salvé la temporada haciendo el I Triatlón Sprint Montearroyo con los locos de Sergio y Alberto, nadando en la piscina de casa, montando en bici hasta El Pardo y corriendo por el paseo. Eso me animó a apuntarme a este medio ironman según salieron las plazas allá por octubre, un medio que acaba en la Puerta del Sol tenía muy buena pinta.

Este año ya había hecho el de Bola del Mundo antes de verano, con una armadillada de las buenas y disfrutando muchísimo, y el tri por equipos en la Casa de Campo. En el de equipos me encontré fenomenal, me dio confianza para este tri, porque reconozco que miré las condiciones de cancelación en septiembre.

Y con este pequeño previo nos plantamos el domingo en el pantano de San Juan en Pelayos de la Presa. Gracias a que Laura nos trae mientras que María se queda con la tropa, podemos llegar algo más tarde lo previsto por la organización. La logística es infernal, pero es lo que hay, el sábado ya estuvimos liados todo el día. Tuvimos tiempo de tomar algo de pasta y un café con un invitado sorpresa.....mi padre. Vaya figura. Vino a darnos ánimos antes de la salida, ojalá siempre tenga su ánimo y predisposición, no conoce la pereza.

La prueba empieza a una hora rara, las 13:30, y aunque vamos con todo el tiempo del mundo, al final llegan las prisas. Dejo unos escarpines en el comienzo de la subida (1km aprox de transición) y a calentar un poco. Entre todos los que somos voy y me choco con el único que conozco además de Sergio, el vecino Rafael. Mal presagio, me llovieron ostias como panes en la natación.


Antes de nadar, con neopreno y flotador 

La natación la llevaba bien, llevo todo el año nadando y no pensaba que fuera a tener problemas. Pero no esperaba tantas leches en natación. Se sale desde dentro del agua y hasta la primera boya voy recibiendo por todos lados. Madre mía. En piernas, brazos, espalda, cabeza....y lo peor es que no mejora a medida que nadas. Hacía tiempo que no recibía tanto. Entre la pimera boya y la segunda es el único momento que se nada sin agobios. Al pasar la segunda boya, otra vez a recibir. Pero esto ya está hecho. Salgo contento, 40 minutos largos para 2.100 metros que me salen.


El neopreno añejo no dio guerra esta vez
Foto: Canofotosports 

Lo de los escarpines resulta buena idea, nunca había hecho una T0. Me quito el neopreno como puedo en la tierra, me pongo los escarpines y a correr/trotar. Primero tienes que salir por un camino de tierra del pantano, para bajar por la acera. T0 larguísima hasta las bolsa. Veo que no está la de Sergio, cojo mi bolsa y a la carpa a cambiarme. Si Sergio sale antes que yo en bici ya no le veré hasta la carrera a pie, pienso....pero ni eso. Le encontraré ya en meta congelado y feliz, vaya crack, se merienda los medios como si fueran paseos a por el pan (todavía espero tu crónica, esto es la leche, no lo normalices!!).

Cojo la bici y veo a mi padre en la salida. Me paro a darle un beso y agradecerle que haya venido, la verdad es que le veo contento :-)!!.

Este verano no ha sido tan intensivo en bici como en otras ocasiones, pero con 3-4 semanas de 150-200 km llego con confianza. La verdad es que se me da muy bien. Voy sin acople y no lo echo de menos, porque no lo he practicado, pero menos los primeros 30km diría que se podría haber ido bastante acoplado. Empieza la prueba por un arcén en subida durante unos cuantos km, mal....muy mal. Del drafting mejor no hablamos. No puedes meter a todos los que somos por un arcén. La parte que más disfruto es la que no tiene arcén antes de la autovía. Así debería ser todo. Subidas a ritmo y bajadas rápidas. En la última subida antes del avituallamiento antes de la autovía un tipo dice "Ricky, como vas?".....el tal Ricky iba fundido y se engancha a la rueda de su colega. A los dos minutos le hace el afilador y acaban los dos en el arcén. Vaya leche. Me paro a desengancharles, vaya imagen. A puntito estoy de decirles "esas cosas no pasan si no haces drafting", pero bastante tienen con el costalazo que se han pegado. En el último avituallamiento sólo hay agua, nada de isotónico, igual fue mala suerte. Al final me aguachiné de tanta agua y me acabó sentando regular. Y vamos a la autovía. No me gustó nada eso de ir por el carril izquierdo con los coches por la derecha, voy mosqueado unos cuantos km.....y lo vendían como algo maravilloso eso de ir por la autovía, no le pillo el punto. Las bajadas son rápidas y las subidas las llevo con dignidad. Acabo muy pero que muy contento, son 91 km con más de mil metros de desnivel en 3h20' a más de 27 km/h. Pensaba hacerlo mucho más lento, así que contento, muy contento!


Ese drafing....ejem....aunque en el arcén es difícil respetarlo
Foto: Canofotosports 

Tritraje marcando tri-tripa
Foto: Canofotosports 

Y empiezo a correr. Pienso en hacer un pipi, porque tanto gel y agua me sienta mal, pero tiro. Este año he probado eso de los CaCos (Caminar-Correr) y tanto en Bola como en el tri por equipos me va bien. Pienso "Pablo, controla a 5'30'', no te flipes". Pero no hace falta. El primer km lo hago volando, el hecho de que sea cuesta abajo ayuda ;-). Al final paro en un árbol a mear y no es buena idea. Primero porque me ven unos vecinos ("mira papá, un señor haciendo pis"), ya es mala suerte, ahí en medio de la Casa de Campo....Y segundo, porque ya no pillo ritmo. Mi idea de flipao de no ir muy rápido se desvanece. No voy rápido porque no puedo. Aún así, los primeros 10km salen por debajo de una hora, ni tan mal. Después de la Casa de Campo toca subir a la Almudena. Esa cuesta es infernal. En el IM la hice toda caminando, aquí al menos puedo correr algo. Merece la pena reservar un poco porque justo arriba están María, Pablo, Lola e Icíar. Qué subidón es verles allí. Les veo muy contentos y a mi me da un chute de energía. Allí arriba todo pasa muy rápido, aunque corro lento. Primero vas a San Francisco el Grande y Puerta de Toledo, y al subir la Calle Mayor vuelvo a ver a los peques, que se van a meta para ver a Sergio. Pablete se da una carrera tremenda para chocharme otra vez, Calle Mayor arriba y abajo, para pasar por delante del Palacio Real. Una pasada de recorrido. Y con muchísima animación, sobre todo en el cruce de Mayor con Bailén. La verdad es que me voy arrastrando un poco, no doy para más, pero no tengo ni tirones musculares ni molestias. Simplemente voy a lo que puedo....y disfruto muchísimo. Una de las veces que bajamos la calle Mayor cruzan dos viejetes con un perro y les dice uno "Señora, que estamos compitiendo"....y la señora dice "Tarados, que sois unos tarados". Me entra la risa. La señora tiene algo de razón. Tener esas calles cerradas por cuatro pirados tiene su gracia, en el fondo estamos un poco tarados y la gente tiene que pagar con su paciencia nuestras aficiones.


Pasando por La Almudena, increíble recorrido a pie
Foto: Canofotosports



La mejor afición posible

Empiezo a ver zombies que van peor que yo, son los del Ironman, unos máquinas. Lo de mezclarnos con ellos les quita protagonismo, intento animarles lo que puedo. Sin darme casi cuenta toca ir a meta. Después de 6 horas y media de aventura por Madrid y alrededores. Ahí están los peques con María, eso sí que es un subidón.....muchísimas gracias por animarme y ayudarme a conseguir estos pequeños retos!!! Hace dos años llegué de noche y fue una pasada. Ahora llego de día y con mogollón de público...."esa familia" gritan unos. Y entre el subidón veo a mi padre, que se ha acercado también a la meta, vaya paliza se ha dado hoy también!!! Y como sorpresa final, a Mamen, Julián, Claudia y Julia, que se han animado a bajar para verme entrar en meta, muchísimas gracias, sois geniales!. Nuevo subidón. El corazón se dispara y estoy en meta. Qué alegría.


Entrada a meta....una chulada
Foto: Canofotosports 

El corazón se dispara en meta, literal

Igual es un poco de flipado recuperar esto del blog, pero de verdad que pienso que cada cosa de estas hay que valorarla, puede que sea la última....o no......y es mi forma de no olvidarme. Digamos que es un diario público de la experiencia. Y me sirve para agradecer todo el apoyo, antes, durante y después de la prueba. Así, que.....GRACIAS!!!!






viernes, 6 de octubre de 2017

CHALLENGE-MADRID KM0. 24/09/2017

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Aviso a navegantes: esta entrada me ha quedado un poquito larga, como los ironmanes J!!!

Este ironman empieza hace mucho tiempo. En el 2015 se anuncia una animalada de larga distancia que se va a hacer en Madrid. Unos cuantos nos acercamos a Canencia para ver cómo estaba montado, con la idea absurda de apuntarnos al año siguiente. Cuando abrieron plazas para 2016, tarjetazo de los armadillos en bloque. La edición de 2016 finalmente se canceló y nos marcamos una armadillada memorable en Marina D’Or, una primera experiencia en larga distancia que a mi me dejó más que satisfecho, sin la menor intención de hacer una burrada de estas en mucho tiempo.


Marina D’Or, ciudad de vacaciones

Pero resulta que llegan y anuncian que se va a hacer el ironman de Madrid por el mismo recorrido que el km0 original. Es decir, nadar en Buitrago de Lozoya y llegar en bici a la Casa de Campo después de haber subido tres puertos majos como son Canencia, Morcuera y Cotos, para acabar corriendo por Madrid Río unas decenas de kilómetros antes de ver la meta situada en la Puerta del Sol. Imposible no apuntarse!!!

Después de una preparación con altibajos, pensando incluso en borrarme a mediados de junio, llega el fin de semana de la prueba. Los días previos son algo estresantes, por la logística y los temores/respeto ante una prueba así. Se desarrolla una hipersensibilidad a las molestias, empiezas a notar cada parte de tu cuerpo y piensas que vas a cascar fijo. Es una pequeña paranoia que supongo que le pasara a más gente, aunque finalmente vaya bien preparado para lo que yo soy, pienso que los músculos de un tirillas como yo no van a aguantar la tralla que les espera.

Todo el ambiente previo fue un poco frío. La recogida de dorsales en Cibeles, la pasta party, la expo en Buitrago….frío, y vacío. Somos menos de 400 inscritos y empiezo a pensar aquello de “si no ves al pardillo, es que el pardillo eres tú”. Gente con mochilas de Kona, IM de Lanzarote…..he sido penúltimo en un par de pruebas y tiene su punto. Quién sabe, igual es el momento de llegar el último, protagonismo asegurado en Sol. Se me pasa pronto, sinceramente, con llegar ya estaría más que contento. Me da igual el puesto, como de costumbre.

Nos juntamos los cinco armadillos en Cibeles y a Buitrago de Lozoya que nos vamos, a pasar un sábado muy relajado antes de la prueba. Sergio y Juanan se vacilan/pican, Pancho los observa pensando donde dar el hachazo y Manu parece tranquilo, aunque el calor madrileño que vamos a tener no le gusta un pelo. 

 

Recogida de dorsales en Cibeles

  

Bici en la T1


Grupeta armadilla. Última salida antes de la prueba

Y llega el día de la prueba. Ya no duele nada. Sólo hay que desayunar a las 6 de la mañana, coger las cosas y al embalse. Primera complicación: la entrada es un caos y tenemos que dejar el coche en el pueblo. Ya vamos con prisas!!!

Yo no soy muy rápido, ni compitiendo ni preparándome para competir. En un momento dado veo que soy de los últimos en la T1 y ni siquiera me he puesto el neopreno. El neopreno me queda algo grande y tengo que untarme con vaselina cuello, corvas de codos y rodillas, ingles, hombros….vamos, un cuadro. Con tanta vaselina el problema es que no me puedo echar crema, la amalgama sería estupenda ya. Pasa Manu: “venga Pablo, que esto empieza ya”. Bueno, hay tiempo. Pasa Pancho, el más pancho de todos haciendo honor a su nombre, y me dice: “Pablo, ya tenemos que ir para el embalse”. Coño, ya sí que me preocupo. Dejo la mochila y empiezo a bajar. Último pisete antes de empezar y al verme los tobillos veo que no tengo el chip. Desastre. Carrera hacia el camión de las mochilas, buscar la mía, coger el chip y volver a bajar corriendo. Hala, ya he hecho el calentamiento!. Qué desastre, no aprendo. Me encuentro con Juanan y al poco vienen Almu y Rafa con Boss y Luna, qué grandes sois. Prima, estoy deseando ir a animarte a algo, lo vuestro no tiene precio. Aunque sea me voy a pasar a animarte a un partido de padel. Os deberíais dedicar a esto profesionalmente!!! Mil gracias por el madrugón y los ánimos durante todo el día!


Con Juanan y Sergio justo antes de empezar


Con Rafa y Luna


Con Almu y Boss, enormes!

La natación no me preocupa especialmente. Me encanta nadar. He nadado mucho y se me da razonablemente bien. Lo que tengo comprobado es que si nado rápido igual gano algunos minutos, pero si nado a un ritmo que tengo controlado de 5’/250m  salgo como nuevo. Alguno pensará que es un ritmo muy pachanguero, pero no tengo rivales más allá del tiempo de corte en bici (ay, el tiempo de corte) y tengo que guardar mucho para lo que queda. En Marina D’Or apenas utilice las piernas, esta vez decido dar patada muy suave, si atizo mucho a partir de los 3km se me cargan los gemelos. Siempre me han dicho que soy muy despistado y creo que no me he “curado” del todo. Empiezo a nadar bien, cómodo. Respirando para un lado, para el otro, cada tres. En un momento dado estoy disfrutando un montón. Nadando muy cómodo, sin que nadie me moleste. Tan cómodo nado que me estoy desviando mogollón. Eso es algo a trabajar. Paso la primera vuelta con el ritmo previsto y con algunos metros de más gracias a ese nado cómodo y “despistado”. La segunda vuelta es alucinante…..amanece, que no es poco, en el embalse de Riosequillo. Es precioso nadar al amanecer o el atardecer, muy recomendable. Intento despistarme menos, pero soy un caso perdido. Además, empiezo a notar que “bailo” dentro del neopreno. Definitivamente me queda grande. No puedo hacer el famoso “rolido”, sólo giro dentro del neopreno, más bien me deslizo como una plancha y no como la quilla de un barco (preguntad a Juanan, es el que sabe de estos nombres raros, un estudioso de la natación…..así nada el tío). Al final, casi 4100 metros, eso sí, al ritmo previsto para acabar en 1h21’.


Amanece, que no es poco


Natación en el embalse de Riosequillo, Buitrago de Lozoya. ©JLHOURCADE


La presa al fondo. ©JLHOURCADE

Salgo del agua contento, y empiezo la cuesta alfombrada hasta la T1. A mitad de subida, la primera gran sorpresa del día. Mi padre, el abuelo Piter (así, Piter), un recién jubilado muy marchoso, se ha animado a subir hasta Buitrago para verme en el agua. Qué bueno. Qué alegría. Me parece sorprendente que me vengan a animar, es algo a lo que no me acostumbro…..pero me encanta!!!!

Me paro, le doy un beso y sigo camino de la T1. Almudena, no sé si por darme ánimos o por despiste, me dice que soy el primer armadillo….la verdad es que no me lo creo mucho, se habrá despistado. De ser verdad, los armadillos van fatal!!! Llegamos a otra de mis especialidades, las transiciones. La carpa es enana, así que antes de salir a nadar Juanan apunta que será buena idea cambiarse fuera. Total, vamos todos a nuestro rollo. Allí estoy yo tan tranquilo echándome mi cremita con los calzoncillos como toda vestimenta cuando me empiezan a vacilar los de la organización….”mira, uno que se cree que está en la playa”…..ande yo protegido, ríase la gente. Llego a las bicis y se confirma que soy el último armadillo. Me alegro por ellos, aunque me apena por mi, porque sé que no veré ninguna cara conocida hasta Morcuera. Antiguamente siempre salía delante al menos de Sergio J!. Se ve que las palizas de largos de 26.5 metros y la constancia hacen de él un mejor nadador de lo que se cree!


Aquí un padre ….espero que no te preocuparas mucho


Ya me habría gustado ver tantas bicis al salir

Y empieza la bici. Para mi es la parte más complicada de este triatlón. Se suben tres puertos de entidad en los primeros 90 km y luego se baja a Madrid, bastante favorable siempre que no sople sur. El principal problema no es el recorrido, son los tiempos de corte. Bastante ajustados para ciclistas humildes como yo. Los PROS llevaban una hoja pegada con los vatios que tienen que mover en cada punto. Yo llevaba una lista con los tiempos de corte que tenía que superar en Morcuera, Puerto de Navacerrada y en el km 134.


Recorrido ciclista. 169 km. Buitrago-Canencia-Morcuera-Cotos-Casa de Campo.

Con la flaca que me regalaron por mi 40 cumpleaños estoy encantado. Es cómoda, robusta, fiable, bonita…..pero las patas hay que moverlas igual. Salimos del embalse, tiramos hacia Buitrago y enfilamos la primera subida, corta eso sí. San Mamés me recibe a las 10 de la mañana con las campanas doblando. Muy bonita la iglesia y muy chulo pasar por ahí en ese momento. Me encuentro bien, disfrutando del precioso paisaje, con ganas de empezar a subir Canencia.


Juanan y Pancho en San Mamés el día antes de la prueba

Enseguida llegamos a Canencia pueblo y empiezo a pasar gente. No es un puerto muy exigente, excepto los tres últimos km, donde encuentras algunas rampas por encima del 10%. El ambiente es buenísimo. Eso del drafting, al menos para los que vamos en el furgón de cola, se respeta mucho. Y más aún cuando la carretera tira para arriba. Corono Canencia bien, me pongo el chaleco y enfilo la bajada hacia Miraflores de la Sierra. La bajada la he hecho unas cuantas veces, pero ese día la disfruto muchísimo al saber que está la carretera sólo para nosotros. Me siento afortunado, aunque muchos que han ido a la sierra supongo que estarán fastidiados.


Canencia. ©Altimetrías

En mi plan de horario voy bien, llego a Miraflores más o menos cuando pensaba y tiro hacia Morcuera. Este puerto es más duro, con un tramo especialmente exigente del 5 al 3 a cima. Si no lo conoces puede ser una buena sorpresa. Los ánimos de Juan (“llevas a Sergio a 16 minutos”, qué crack!) y Alberto (nos has dado la mejor noticia del año sin duda, te debo una prueba de animador!!!) me animan a intentar exigirme. Si te dejas llevar en la subida te puede caer una minutada. Además, el riesgo de pinchar e ir agobiado me ronda por la cabeza. Empiezo a pasar gente con bastante facilidad, un montón de gente para lo que yo soy. Me sorprende ver a algunos realmente clavados y a otros que no tenían ni idea de dónde venían. “¿El que queda es así?”. Voy contento, y creo que bien de ritmo. Nada que ver con la última vez que subí, con un viento infernal, aquello parecía Mordorcuera. Corono, bien de patas, vuelvo a ponerme el chaleco, cojo algo en el avituallamiento que está algo más abajo, pisete y para abajo. En la bajada paso a unos cuantos también. Es preciosa esta bajada, la disfruto muchísimo.


Primeras rampas de Morcuera. Alberto, grande!!


Morcuera. ©Altimetrías

De nuevo me reciben las campanas, esta vez sobre las 12:30 en Rascafría. Paso el empedrado, el Paular y a subir Cotos, largo y muy bonito, con los pinos acompañando casi hasta el final. Este puerto es algo menos duro que Morcuera, pero los km se van notando. Me sobrepasa uno que se llama Hugo, creo, y me comenta que está muy ilusionado porque este año quiere llegar, que le está esperando su hijo en meta. Me cuenta que en el 2015 se retiró en el km 165 con temblores de piernas, rechinar de dientes, ojos dilatados…..joder, eso en vez de dar ánimos asusta un poco. Luego le pasé yo, espero que llegara esta vez. Le comento que los míos están esperando en Madrid Río, que tengo una tropa de animadores. Me gusta intercambiar cuatro palabras con la gente (y no, para los malpensados, eso no es drafting, sobre todo cuando vas en paralelo menos de un minuto en rampas del 7%). En el último km me dan algunos temblorcillos en los molletes encima de las rodillas. Espero que sea pasajero, pero por si acaso meto el 32, que para eso está. Termino súper contento, es precioso este puerto. La mala noticia llega al coronar, el viento sur que comentaba Manu por la mañana se empieza a notar camino de Puerto de Navacerrada…..bueno, al menos yo lo noto. “Es una bici cómoda, tres subidas a ritmo tranquilo, y luego bajada hasta Madrid. Bueno, si sopla sur ya no es tan cómoda”, según la Manupedia.


Cotos. ©Altimetrías


Bici (este no sé quién es, pero la foto es bonita). ©JLHOURCADE

Al llegar al puerto de Navacerrada está el avituallamiento especial que llaman. Pillo mi sándwich, el bidón con 6 geles, un plátano, barritas, más geles….vamos, que me voy a poner fino. Es la hora a la que como todos los día, algo antes de las 2 de la tarde, y me apetece comer bien. En pruebas así comer, beber, volver a comer y seguir bebiendo es fundamental. El sándwich de máquina me parece hasta rico, aunque tomo sólo la mitad. Y el plátano es gloria bendita. Rico, rico. Según el del avituallamiento, el siguiente tiempo de corte lo tenemos hecho. El de Navacerrada lo paso también con media hora de adelanto. Voy con el ritmo previsto, según mis cálculos pasaría por ahí a 20km/h y lo clavo. Empiezo una bajada muy disfrutona, pensando que lo más difícil ya estaba hecho. Ay, iluso. Bajo, bajo y bajo, seguro y muy feliz. Es difícil de explicar si no lo has experimentado, pero se siente mucha felicidad en la bici, sobre todo subiendo y bajando. Qué gran invento la bicicleta. Llego a la sede del club. La última de estas armadilladas a la que no te apuntas Fer!!!. Estoy pendiente de ver dónde me lo encuentro pero no hace falta. Desde unos cuantos metros antes, me empieza a jalear como un animal e intuyo que su peque está sonriendo, se ve que va en el gen armadillo. Grandes, muy grandes!!!


Armadillos y futuros armadillos

Con la moral a tope sigo bajando, y bajando. Estoy deseando ver a Mamen, Julián, Claudia y Julia. Hemos quedado que estarán en el Sala en Guadarrama. Cuando paso por allí freno un poco pero no veo a nadie. Snif, snif. Es la hora de comer, es normal. Soy un lentorro y se habrán ido a picar algo. Total, si voy a más de 40 km/h, nos vamos a ver un segundo. En esas estoy cuando unos metros más adelante allí los encuentro, con mi padre de nuevo. El subidón es importante. Parece una tontería, pero me emociono un poco y todo. Freno lo justo para chocar con las sobrinas sin hacer daño y sigo camino más contento que nada. Muchísimas gracias serranitos!!!

Dejo Guadarrama y tiro hacia El Escorial. Sopla, sopla y sopla. Madre mía, esto va a ser eterno. Ya no es una bici cómoda definitivamente. Me pasan algunas cabras y pienso que es normal. Un tío grande sin acoplar y tostao es víctima fácil del viento. Podría ser un tramo para volar pero se convierte en un tramo de penar. Madre mía. Se hace durillo, si te dejas medio llevar no avanzas un metro. Antes de girar hacia Valdemorillo nueva inyección de adrenalina. Pablo Barandalla y familia animan fuerte!!! Muchísimas gracias por aguantar a la solana. Supongo que Sergio pasó hace ya mucho tiempo y habéis aguantado, un detallazo!!

Sigo con el sube-baja pensando que el viento siempre sopla en contra en la bici. En este caso es una realidad. En una prueba de tantas horas puede parecer que te da tiempo a pensar en muchas cosas, pero realmente, al menos en mi caso, estoy muy concentrado en el momento. Lo intento disfrutar, saborear, controlar…..Y en esas estoy cuando el control se me va de las manos. O aprieto o me quedo fuera de control. Está muy ajustado, y yo creo que no contaban con el viento en contra. De repente veo que me quedo fuera del siguiente control. Intento apretar, pero las piernas dan para lo que dan. La verdad es que es el peor momento de la prueba. Cuando pienso que ya sólo tengo que pedalear en recorrido favorable hasta Madrid, me dejo el higadillo para llegar al siguiente avituallamiento en hora. Paro a reponer y lo comento con un juez que pasa por allí. “Sí, la verdad es que es muy ajustado. Mira, de hecho está el coche escoba ahí”…….¿cómo???. Me despido y a tirar como puedo. Es justo la cuesta de los satélites, la que sube a Majadahonda. En lugar de ir recto nos sacan por todas las salidas, y en una de esas cuesta abajo-cuesta arriba veo el coche escoba por la carretera principal al incorporarme de nuevo. Toca apretar más de lo esperado. El triatleta que va delante del coche escoba para a hinchar una rueda y puedo sobrepasarles. La alegría es momentánea. En el avituallamiento de Boadilla del Monte paro a coger agua y me pasa el coche escoba otra vez. Los chicos del avituallamiento le gritan, pero no hacen mucho caso….”eh, que os dejáis a uno aquí!!!”. A dar pedales. Hay una pequeña subida y toca apretar, no quiero ir detrás del coche escoba, aunque pienso que estoy en tiempo. Aprieto, aprieto y el mollete del cuádriceps tintinea. Bueno, espero que aguante. Como tenga que parar a estirar ya sí que no llego. Consigo pasarles de nuevo y voy escoltado por la Guardia Civil y el coche escoba un rato hasta que pillo a un par de triatletas. Me siento importante y todo, con escolta. Un poco angustioso sí fue, más que nada por si pinchaba o me daba un tirón. Me empiezo a acordar del que se retiró en el km 165…..ay madre, si ha venido toda la familia a Madrid Río, al menos llegar a saludar!!!

Por fin me distancio un poco del coche escoba y consigo entrar en la Casa de Campo con el margen suficiente como para soltar un poco piernas. Voy más cargado de lo que creía y quería, pero al menos voy a llegar a la T2 en tiempo. Objetivo conseguido!!!


Entrada a la Casa de Campo, alegría inmensa

Dejo la bici a los voluntarios y tiro a cambiarme. La T2 es un cuadro. Los diez o así que estamos cambiándonos estamos algo fundidos. Nos damos ánimos entre nosotros, rula el réflex y más de uno piensa que no va a ser capaz de dar un paso. Entra uno y dice “van y me dicen que he entrado en control por tres minutos”. Por los pelos. “Joder, que son tiempos de una cicloturista y no un ironman”. Ahí no me meto, pero ajustado era. Yo cumplo lo previsto, 24 km/h y unas 7 horas en bici. Siete horas que aunque parezca mentira se pasan volando. Me parece increíble que calculara así de bien, igual eso de llevar un reloj que me mide hasta las Mahous que me tomo ayuda a empezar a entender de medias, ritmos, frecuencia cardíaca y demás parámetros (gracias Óscar!!!). Y dejo la T2, después de un buen rato. Las dos transiciones me llevan unos 22 minutos, 11 cada una. Vamos, de récord. Bastante tengo con levantarme de la silla en la T2, sé que esto de las transiciones no es lo mío.

Yo nunca sé muy bien cómo voy a salir a correr. Creo mucho en el “entrenamiento cruzado” que comentan los armadillos. Vamos, que corro muy poco y sé que en algún momento lo pagaré. Para este ironman he llegado a los 200 km en 30 semanas. Mi intención eran los 300 km, pero no pudo ser. Espero que sea suficiente. Mi tirada más larga, 12 km. ¿Es lo mejor?. Obviamente no. Pero es lo que hay. Confío en que al fin y al cabo correr es algo natural y llevo corriendo desde pequeño. Además, la adrenalina es algo que no se mide en las tablas de los entrenadores. Y de eso tengo mogollón cada vez que me cruzo con la afición. Empiezo a salir de la T2 con cierto temor por no saber cómo voy a responder y ahí están Paloma, María y Pablete. Madre mía, qué subidón. Qué alegría. Qué bonitos sois. Veo a Laura también, qué grandes, con las camisetas de Marina D’Or. No se me ocurre otra cosa que decirle a María “esto es durísimo”…..ya la tengo preocupada para cinco horas, qué torpe. Reparto besos y a ver qué tal se da.


Salida de la T2. Ahora toca correr.


Al principio hasta levantaba los pies del suelo

Y al principio se da de coña!!! Corro rápido para mi, a menos de 5’30”/km durante varios km. Me encuentro súper bien. Voy bebiendo sin caminar en los avituallamientos y tomando geles cada 3 km aproximadamente. Me cruzo con Pancho y le veo ágil como una gacela, como siempre, qué crack, aunque algo me dice de la tripa. Me cruzo con Manu y me dice que va fastidiado de la tripa también. Luego me enteré de que iba muy, muy fastidiado. Lástima, había jugado al comecocos en la bici devorando gente sin parar. Veo a Juanan, y creo que ya no le vuelvo a ver, al final también acabó mal de tripa, una pena porque hizo una natación y una bici brutales. Juanan, enhorabuena por haber acabado, tienes un mérito enorme. Una pena no verte al final para compartir una cerveza.

Conozco bien por donde voy. Aniceto Marinas, el seguro, la consulta de mi padre, el parque de la Bombilla, el colegio al que iba de pequeño, el cine de verano, la torre de los Lerena, puente de Segovia…..y así será durante cuatro vueltas. Veo a Juan otra vez y me da ánimos, gracias!. También me encuentro a Edu Agulla por la Bombilla y le digo que la familia estará en Puente del Rey, a ver cuándo repetimos alguna San Silvestre, muchísimas  gracias por tu apoyo!!!. Es una pasada la cantidad de gente que finalmente veré ese día. El recorrido me gusta, sobre todo cuando paso por Puente del Rey. Voy cómodo para la tralla que llevo y paso los 10 km casi sin parar en unos 57 minutos. La tripa me hace un extraño y después de ver a Manu y Pancho fastidiados decido combinar geles con fruta. Está claro que tomar geles cada 3 km no es buena idea…..o igual todo lo que llevaba antes era mucha tela ya. Cuando vuelvo de la Bombilla en la primera vuelta se me ponen los pelos de punta durante un buen rato. Es una pasada. Primero me cruzo con los armadillos, Jesús, Fer, Miguel Ángel, Alberto,  antes de llegar a Puente del Rey, sois los mejores!! Es una suerte pertenecer a este club, tener ese chat de frikis donde tanto se aprende, coincidir con la bici o en las fiestas sorpresa, saber que hay otros que están más locos que tú (realmente casi todos), disfrutar del triatlón armadillo y seguir teniendo ganas de irnos de fin de semana a competir donde el desnivel sea generoso y el drafting controlado. Siempre con una gran sonrisa armadilla, como debe ser!!!. Grandes armadillos!!!


Está pasando, lo estás viendo

Lo mejor está por venir. Es una locura. Cada vez que paso por Puente del Rey, y paso cuatro veces por vuelta, se monta la marimorena. Una hinchada brutal se ha juntado ahí para dar ánimos. Miguel Ángel, María, Guillermo y María Luisa se han pasado a ver cómo los espingardos de vóley se hacen un ironman. Quién lo iba a decir. Veo también a Iciar, Nerea y Olaya con sus camisetas, Bea, Nacho, el hermano de Sergio, Jorge, Ana, Bruno, Carmen, Tuli, Alberto, Gonzalo…..muchas gracias!!! Al fin veo a Lola, supongo que estaría dormida antes. Sonríe un montón y choca con ganas. Además de Lola, se han pasado Mamen y familia, mi padre (buena paliza debe llevar), María con Lucía y Diego, Nuria con Jaime y Pablo y Almu y Rafa (os debo una, insisto!!!), …….y espero no olvidarme a nadie. Los peques parece que lo están pasando bien, es una alegría verles trotar unos metros a mi lado. Madera de deportistas veo ahí!. Tengo muchísima suerte de pertenecer a mi familia. Son muchos los motivos y no los voy a contar aquí, pero en este caso destaco que sois unos locos de la animación y eso se agradece muchísimo, gracias, gracias, grcias!!!!. Al final me hice famoso en ese tramo. “Mira, ahí está el Pablo ese”.




Animación a tope

Como decía antes, la adrenalina, la emoción o llámalo como quieras hace que esos tramos de animación pasen volando. Sinceramente, ni siento las piernas, ni siento el ritmo, ni nada. Simplemente disfruto. Es una pasada. Me emociono mucho cada vez que voy camino de la torre de los Lerena. Es increíble. La sonrisa me dura un buen rato y la gente comenta “mira este qué sonriente va el tío”. Ese tramo se me pasa volando.

La hinchada animando. Gracias!!!



Así es más fácil correr

A pesar de los ánimos, ya voy notando como el cansancio llega. El principal síntoma para saber que tengo que bajar el ritmo son los isquios. Me mandan mensajes muy sutiles, pero yo los conozco bien. Tengo que rebajar un poco el ritmo y empiezo a parar algo más en los avituallamientos. Aún así, no voy mal del todo. Hago la media en unas decentes 2h15’. Pensaba hacer el maratón entre 4h30’ y 5h00’. Ahora ya sé que estaré más cerca de lo segundo que de lo primero (al final 4h58’). La verdad es que la tentación de caminar es grande una vez que lo pruebas. Los isquios los tengo controlados, pero los gemelos y los tibiales empiezan a quejarse. Los cuádriceps que tanto usé en la bici parece que están de espectadores ahora. Cuando llevas tantas horas es casi imposible hacer un estiramiento decente. Aún así, parar de vez en cuando en una acera o en un árbol a estirar ayuda algo, con cuidado porque si estiras el gemelo contraes el tibial, y se queja. Conclusión, tocará bajar un poco más el ritmo. Los km empiezan a salir por encima de los 7 minutos. La combinación caminar-correr es fastidiada, pero es lo que toca. Tengo hasta la medianoche para terminar. Voy pensando que ya no queda nada, esto está hecho. Me cruzo con Manu y me dice que no sabe si va a terminar….y le quedan 6 km, qué envidia. Madre mía, me quedan a mi 6 km y aunque sea llego a gatas, luego me enteré que casi ni a gatas llega. Me alegro de que acabaras crack, esto es muy largo y puede pasar de todo. Me cruzo con Pancho y me dice que se va a retirar. No sé a cuánto está, o 6 o 16, no lo tengo claro. Pero está muy jodido según me dice. Le intento animar, pero se ve que la decisión está tomada. Me parece valiente y acertado retirarse, pero entiendo que lo debió pasar mal, estando tan cerca. Nos veremos en otra Pancho!!!! Sergio me pasa y le veo parar a estirar un poco. Parece que va bien, le tiene tomada la medida al ironman, enhorabuena, eres un grande!!. Por favor, no compres el potenciómetro dichoso o no podré salir contigo en bici.

La cosa se va poniendo fea y aparecen algunas ambulancias que antes no atendían a nadie. En esa vuelta en La Bombilla camino más de la cuenta, pero ando un poco mosca con mi propio estado de forma y con lo que voy viendo. Quién sabe cuántos minutos se escapan ahí, pero eso es lo de menos ahora. En la última vuelta la afición se va hacia la Puerta del Sol y empieza a anochecer. Uf….la última vuelta y llegaré a Sol. Voy pasando y siendo pasado por un par de triatletas, vamos al mismo ritmo más o menos. Vemos otra ambulancia y le comento a uno “parece que habrá que seguir comiendo y bebiendo”. “Ahora es el momento más crítico”, me comenta. No sé si será el famoso muro o qué, pero es verdad que se hace complicado. Piernas y cabeza tienen que trabajar ahora. No entra mucho más, pero pillo una botella de isotónico y bebo todo lo que puedo. Esta no la tiro. Aunque sea chupitos la tomo. Cuando paso por última vez por La Bombilla Lucía y Joaquín se han pasado a verme con Edu. Qué ilusión, mil gracias!!! Me recuerdan las carreras del cole, me dan un par de besos y ya tengo energía para lo que me falta. No es nada, pero me temo que se va a hacer largo, largo.


Al final resulta que he corrido siempre

Ya sé que no voy a pasar por esos avituallamientos otra vez y me despido agradecido de todos los voluntarios. Muy majos y entregados todos. Vuelvo a pasar por el Puente del Rey, casi vacío esta vez. Antes de llegar, se me ponen unos cuantos del Atleti a animarme como locos (si ven la foto de arriba, quién sabe….pero todos tenemos un pasado). Les animo cantar el “dale, dale Atleti” y veo a Almu y Rafa que se han quedado hasta el final, enormes…..no puedo ni saludar porque me escoltan unos metros los atléticos (vale, está prohibido, pero lo del Atleti es un sentimiento que va más allá de las normas de la ITU). Para arriba, ya no queda nada!!!

La subida a la Almudena es bastante pronunciada. Los que bajan nos animan mogollón “vamos, que lo tenéis”, “poned buena cara para la calle Mayor”. Intento correr pero es imposible, las piernas dicen “qué intentas a estas alturas”. No me importa mucho, de hecho, uno que va delante de mí corre pero no coge distancia. Ya en el giro a La Almudena una policía anima muchísimo. Pienso en el montaje de la prueba. Increíble. Para 400 piraos. Lo siento por los que hayan sufrido los atascos. Pero ahora sólo me acuerdo de todos los voluntarios, guardias civiles, policía, jueces, organización…..increíble, mil gracias. Ya en La Almudena hago lo que me han dicho, poner buena cara y trotar lo que puedo, que es poco. La Almudena, Palacio Real al fondo, trotar y sonreír otra vez. Me empiezo a emocionar, y mucho, pensando que voy a llegar. Sí, voy a llegar. No queda nada. Plaza de la Villa. Los desconocidos te animan “vamos Pablo, lo tienes hecho, unos metros y ya es llano”. Se me ponen los pelos de punta, literal. Empiezo a ver el montaje. Espectacular. Una alfombra roja eterna. Y veo a Manu y Sergio, llevan los pobres mil horas esperando. Sois muy grandes. Vamos!!!!! Y aparecen María, Pablo y Lola para entrar los tres juntos. Vamos, vamos, vamos, sí!!!!Indescriptible la felicidad. Creo que los peques también disfrutan. María parece también contenta. Definitivamente, tengo una familia preciosa y me siento afortunado y agradecido de poder compartir con ellos estos momentos. Es una pasada. El resto de familia se queda fuera, pero los siento corriendo conmigo, es una suerte. Se han quedado todos hasta el final. Sois alucinantes. Pablo pide música, pero esta vez nos toca entrar con una pedida de mano…….ella dice que sí, me alegro por ellos. Allí estamos dos familias felices en la Puerta del Sol, donde empiezan las carreteras y acaban los años…..y los ironmanes de Madrid!!!

Brutal…..soy Ironman de Madrid!!!

Ha sido la leche.


Entrando en meta


Los Monkeys


Hinchada en meta


jueves, 23 de octubre de 2014

III Half Cabo de Gata

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Primer y único triatlón de la temporada. Este año he hecho una pausa en lo que a triatlones se refiere para centrarme en trails y salidas largas en bici, pero apetecía hacer una escapada con la gente del club, y al final la única opción interesante era atravesar España para disputar el half de Cabo de Gata (Almería). Distancias 1.900 - 79 - 19 (¿¿por qué esa moda de recortar las distancias??)

Estupendo fin de semana en la mejor de las compañías, con Sergio, Fer Herva, Alberto y Pablo de compañeros de competición y apartamento. Un lujo una escapada así. Alberto y Fer iban a debutar, y eso se palpaba en las conversaciones previas. Afortunadamente tenemos a Sergio, con 2 IM y 12 halfs para resolver todas las dudas. :P



Mañana de sol y viento en San José, y ya estamos otra vez con los nervios típicos en la salida de un half, y van 7. Felipe Gutiérrez de speaker, metiendo prisas...un clásico :) El mar tiene algo de olas, pero el circuito es fácil a dos vueltas, y apenas hay 400 participantes. Salgo atrás con el resto de armadillos, me tiro a la izquierda buscando huir del jaleo, y disfruto la natación sin muchas pretensiones. Me encantan las nataciones en mar, siempre hay mucho hueco. Tomo las boyas abiertas para esquivar palos y nado bastante suelto para haber metido apenas 30.000m de natación desde enero. Sí, ha sido un año sabático sin tocar la piscina O:)

Salgo en 37:25, y aún hay bastantes bicicletas. Parcial 214. Alberto y Sergio están en la T1 de picnic dándose cremita y poniéndose las zapas, así que los dejo con sus cosas y salgo al circuito con la Cube sin acople, y sin perfil delante, acojonadillo con el viento. Al final, fue una buena decisión...lo del perfil, porque lo del acople ya me vale, a ver si empiezo a entrenar la postura, que va siendo hora. Sergio me pasa en los primeros metros, pero le adelanto de nuevo, nos deseamos suerte y al turrón.

La bici se hace dura por el viento. 40km ida hasta Aguamarga con Eolo dando de frente, y vuelta con viento favorable. Paso a gente poco a poco, me adelanta alguna cabra, y al poco rato tengo que parar. Se me están cayendo las cámaras de debajo del sillín. Algún contratiempo más y afronto las dos subidas principales de la carrera: Mirador de la Amatista (precioso) y las Hortichuelas. Aquí ya paso a un par de docenas de cabras, que suben atrancadas en el km final al 9%. Tras coronar viene una parte pestosa, de falsos llanos con viento lateral-contrario, en la que aprieto bastante y me voy dando relevos legales con un chico del Xtr3m de Majadahonda, al que dejo en las subidas y me pasa como un obús cuando la aerodinámica cuenta.



Decir que el drafting por lo general se respeta bastante en este tri. No se me pegó a rueda nadie en todo el segmento. El lado malo fue ver una vez más lo guarra que es la gente, que se dedica a tirar envoltorios de geles a lo largo de todo el recorrido...lo de siempre, pero es que me resulta incomprensible que a alguien le molesten un par de gramos de envoltorio como para ir soltando mierda por un Parque Natural de forma gratuita.

Bajando hacia Aguamarga me entretengo contando los que llevo delante, y paso el punto de giro en el puesto 100. De vuelta me cruzo con Sergio, Alberto, Fer...y Pablo, que algo le ha pasado porque va muy atrás (el pobre pinchó nada más arrancar).



La vuelta me sale mal. Debería estar volando, pero apenas paso gente, incluso me alcanzan 4-5 cabras. Me bajo en la T2 tras 2h36m, parcial 67.

T2 bastante lenta, con cambio de calcetines incluído, y empieza la chicha de este triatlón.



Carrera muuuuy dura. Empieza con un bucle urbano lleno de cuestas, que me encanta. Cojo ritmo enseguida entorno a 4'30" y empiezo a pasar cadáveres, alguno con calambres. Tras el km 5 o así, se deja el pueblo y encaramos por una pista de zahorra/tierra/guijarros el camino de las playas de Genoveses y Monsul. 




El calor aprieta  y se han equivocado situando un avituallamiento, por lo que del km 3 al 7 no hay forma de refrescarse. Paso un mal rato y a partir de ahí me planteo la carrera como series de 2km entre avituallamiento y avituallamiento, donde me bebo litros de agua y coca cola, porque el isotónico está malísimo.




Llego al punto de giro y sigo pasando gente. Al volver el viento da de cara, lo que conlleva dos cosas. Ritmo más lento, pero menos sofoco con el calor. Sigo apretando y alcanzando triatletas mientras me cruzo con Sergio, al que veo bastante petado sufriendo el "hueco" de avituallamientos del 3 al 7, y a Fer, que va despacio pero con buena cara. Menudo debut se metió el animalito. Vaya crack. Con Alberto no me cruzo, y cuando veo a Pablo estirando, me encuentro en medio de un sprint con 6 triatletas a los que estoy alcanzando en el último km. Paso a 4 de ellos antes de entrar en la alfombra y acabo en el puesto 47, 4h 49m, con el parcial 26 de la carrera a pie y un tiempo de 1:31:40 en el segmento, lo que da idea de la dureza del mismo. 

Tardo media hora en recuperarme del esfuerzo, lo justo para que vayan llegando Sergio, que al final ha sacado una buena carrera a pesar de llegar algo gruñón, los debutantes Fer y Alberto que ya son finishers en un triatlón nada fácil y Pablo, que le echa un par de narices y acaba a pesar de sus problemas físicos y mecánicos.

Enhorabuena chavales, ¡y muchas gracias por un fin de semana tan fantástico!

Se acaba la temporada, pero en 2015 si las lesiones respetan, toca volver a tope con el triatlón. ;)



 

lunes, 22 de septiembre de 2014

II Ancares 3 Trails

2 comentarios

Aunque esto está bastante muerto, me apetecía escribir algo de la Ancares 3 Trails de este fin de semana.

En primer lugar, un topicazo que en este caso tiene aún más razón de ser. Muchas gracias a Sonia por la compañía en una prueba que, por su distribución de 3 etapas en 2 días, resulta cansadísima y aburrida para los acompañantes. También a Cati, Arantxa, Claudio, Paula, Noa y Ana, muchas gracias por todo.

La Ancares 3 Trails, disputada en Pereda de Ancares (Candín, León), es un Trail por etapas que totaliza 75km y 4.000m de desnivel positivo. Además de a la prueba global, te puedes apuntar a una o a dos de las etapas. Pero como diría Sergio...nunca te apuntes a "la hermana menor", así que había que ir a por el paquete entero.

Mi amigo Miguel, leonés afincado en Coruña y asiduo a los trails gallegos, me animó a acompañarle, ya que tenía ganas de sacarse la espina del abandono del año pasado en el maratón, bajo unas condiciones climatológicas terribles. Las crónicas del 2013, con un 40% de abandonos y gente muy curtida hablando del "maratón de montaña más duro de España" acojonaban un poco, pero bueno, conozco bien la zona y tenía muy claras las vías de escape en caso de tener que abandonar.

Las crónicas y tiempos de corte también echaron para atrás a mucha gente este año, con sólo 110 inscritos al desafío 3 Trails, la mitad que en 2013. La verdad es que es una pena la reducción drástica de participantes porque la carrera es absolutamente espectacular, y en mi opinión hay que dar manga ancha todo lo posible en este tipo de pruebas. En España el deporte popular es mucho menos "popular" que en el resto de países, y estas cosas no ayudan a fomentar la participación. Una cosa es gente inconsciente que acude mal preparada y otra distinta es gente muy fondista, que va muy lento o hace casi todo el camino andando. Dentro de unos límites razonables, yo creo que a todos beneficia la inclusión de este tipo de deportistas.



 El sábado por la mañana se disputaba la primera etapa, 21km con más de 900m de desnivel positivo según mi GPS. A pesar de su dureza, no era nada técnica, así que en principio su perfil me iba de maravilla. Además luce el sol y hace fresco, condiciones ideales para correr. Nada más salir hay 5km cómodos que pican hacia abajo. Busco por inercia posiciones habituales en el segundo o tercer grupo...y me encuentro pasando el km3 a ritmo de 3'50" y no voy ni entre los 30 primeros. ¡Cómo está el nivel aquí! Enseguida viene una larga subida a un cortafuegos y voy adelantando gente, aunque intento no pasarme lo más mínimo. 



Tras coronar el punto más alto viene una bajada suave por pista, donde gano otro par de puestos, y luego algún tramo algo más empinado aunque no muy técnico, donde me adelanta un montón de gente, una constante todo el fin de semana. La carrera es muy rápida, no demasiado bonita, e ideal para no medirse bien con tanta zona de darle zapatilla. A partir del km 14 pongo el modo "ahorro" y decido hacer todas las subidas caminando, por ligeras que sean. Pierdo un par de posiciones y acabo en 1'55", puesto 26. Lo único negativo, una herida en un dedo del roce con la zapatilla. Como sólo tengo unas de monte, las estaba guardando para el maratón y corrí con las de asfalto.

Comida y hora de la siesta. Aquí paso el peor momento de todo el fin de semana. Lo que es la mente...no soy capaz de dormir, noto el cansancio de la carrera y la herida tiene mala pinta. Estoy casi convencido de que es imposible superar lo que queda por delante. Meto las patas en agua helada y me hago una cura.

Sin tiempo para mucho más, llega el anochecer y toca un trail nocturno de 12km y 500 de desnivel positivo. Aquí empiezo con los debuts, nunca he corrido una prueba nocturna, y nunca he corrido con frontal. 

Foto de Guillermo Pedrero


A pesar del pesimismo con el que empiezo, enseguida noto como las piernas van perfectas. No he dormido, pero sí he recuperado, y me noto muy ágil. Aún así me lo tomo con mucha calma. La carrera es preciosa, primero por el típico camino estrecho a la vera de un río, luego subiendo por una pista en un bosque cerrado, para acabar corriendo por una falda de la montaña como las luces de Pereda al fondo del valle. Espectacular. Regulo, corro con cuidado de no tocer un tobillo en alguna piedra, y en la bajada final me pasa otro montón de gente. Finalizo el 43, pero con una sonrisa enorme. Me lo he pasado de maravilla y estoy convencido de poder acabar. Miguel hace esta etapa acompañando a Cati, que baja un montón su tiempo del año anterior, y se lleva la victoria en veteranas. Enhorabuena!

5 horas de sueño, y tras desayuno ligero y largos preparativos, llega el plato fuerte. Mi primer maratón de montaña, con 2.700m de desnivel positivo por delante. Son las 7 de la mañana cuando se da la salida, de noche y con frontal, y salgo al ritmo de Miguel, que va como un tiro en la subida inicial. Se hace de día, abandonamos la pista de la braña de Pereda, y me pongo delante para servirle de referencia por el sendero, aunque la verdad es que el recorrido estaba perfectamente marcado. Cuando llegamos a una parte técnica, en la cresta hasta el Cuiña, perdemos unas cuentas posiciones pero sigo pensando que vamos a muy buen ritmo. 


Las vistas son espectaculares al amanecer, el tiempo es ideal, sol y frío, y la "sorpresa" de la subida a Dos Hermanitos por una canal de rocas, hasta se agradece, porque bordear la cima por la izquierda resulta menos técnico pero más penoso, al tener que avanzar de lado y sin sendero marcado.

Foto de Blas Rodríguez

Coronamos el Cuiña en poco más de 2h, por lo que el fuera de control de Suarbol, en el km16, ya no peligra (3h30m). La bajada también es preciosa, bastante corrible, aunque por sendero y camino, con mucho piorno al principio y algo de roca después. Vamos comiendo en la bajada, y nos lo tomamos con bastante calma, a un trote ligero que no castigue los cuádriceps demasiado. Casi sin darnos cuenta, llegamos a Suárbol donde hoy un avituallamiento y están las chicas esperándonos. Pasado el control de tiempo con más de 45 minutos de margen, hay que olvidarse del crono y centrarse en guardar fuerzas para lo que queda.

De Suárbol a Balouta se sube por pista y camino hasta la carretera de Pan do Zarco, por la que ya he subido dos veces este año en bicicleta. Me distancio un poco de Miguel por inercia, pero veo que sigue cerca a buen ritmo. La bajada a Balouta es muy bonita, y aunque no es muy técnica, no consigo correr apenas, voy sin ritmo perdiendo a prácticamente todos los que he superado en la subida anterior, y la herida del pie empieza a doler de verdad. Quizás sea el peor momento del día. Por fin llego a Balouta, donde hay un avituallamiento sólido y líquido precioso, en el interior de una palloza, tan típica de Ancares. Estamos en el km26.



Aquí me doy un festín, 2 sandwiches de nocilla, 2 plátanos, 1 pastel, frutos secos...de paso me cambio los calcetines mientras le digo a Sonia que voy genial de patas, aunque con el dedo un poco machacado. Me pone cara de "sarna con gusto no pica", así que me levanto y salgo de nuevo con Miguel, que ya ha llegado.

Por delante queda una larga subida al Miravalles, y el calor empieza a apretar. La ascensión al principio no tiene mayor dificultad, y subimos charlando. Cuando vamos por mitad de la subida, Miguel empieza a flojear, así que tiro un poco a mi ritmo, pero el tío viene ahí al lado, por lo que aprovecho pequeñas paradas para ir bebiendo para esperarle y animarle.

Foto de Blas Rodríguez

A poco más de 200m de desnivel para hacer cima, la carrera nos mete por una pradera con muchísimo desnivel. Aquí Miguel se queda definitivamente pero me hace señas de que va bien, por lo que subo ya a mi ritmo hasta la cima, adelantando algunas posiciones. 





Corono y pregunto cuánto falta para el siguiente avituallamiento. "2km" me dicen, así que me siento a contemplar el paisaje en el vértice geodésico y me bebo la mitad del bidón que me quedaba. Este año he subido al Miravalles desde el puerto, y me parecía que la bajada hacia Tejedo era por camino. Error. 

La bajada es bastante técnica. En algún paso incluso hay que echar las manos al suelo para bajar entre las rocas. Veo un rebaño de rebecos y disfruto el primer tramo de bajada en total soledad. Cuando pienso que ya tiene que llegar el avituallamiento, llego a un camino con mucha roca suelta entre sombras por la que avanzo muy lento. Estoy seco, pero con fuerzas, así que intento apurar lo máximo posible para llegar pronto. Por fin alcanzo el avituallamiento de la Braña de Tejedo.

A partir de aquí quedan 9km que disfruto a tope. Es una bajada suave por una pista, me quedan muchas fuerzas y me lanzo a buen ritmo. Alcanzo a Claudio y a Paula que han subido al Miravalles a ver pasar la carrera, les aviso de que Miguel viene muy bien y sigo bajando sin pararme demasiado. El tramo final de Tejedo a meta son 4km casi llanos, que se hacen eternos, pero voy disfrutando...como no disfrutaba desde el Titán. Son esos momentos mágicos de ir en soledad disfrutando del esfuerzo cuando las piernas responden perfectamente, donde el deporte de fondo te aporta felicidad y paz interior.


Cruzo la meta en 7h, puesto 40 en el maratón y puesto 28 en la clasificación general. ¿El premio? Una gorra de finisher y un plato de paella... ¿quién necesita más? ;)



Finalmente, aquí va mi homenaje a una grata sorpresa de este trail. Su nombre es Tyson, es un perro que cuando su dueño enfermó gravemente se quedó en la calle, y el pueblo de Sorbeira ha adoptado. Le encanta seguir a los turistas cuando van a caminar por la montaña. El muy crack se hizo ¡las 3 pruebas! En la nocturna hizo un tramo de subida conmigo. ¡Un grande Tyson!