domingo, 22 de junio de 2008

Fotos Cross del Telégrafo

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Siento que no sean muy buenas. Enhorabuena a todos, ¡qué envidia me dísteis!












sábado, 21 de junio de 2008

La Muralla China

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Había oído que en la provincia de Guadalajara tenían una Muralla China, así que este sábado fuimos Gus y yo a comprobarlo. No sé si se parece o no a la maravilla oriental, juzguen ustedes, pero si no es así, podemos cambiarle el nombre a Tortura China. Menuda pared con rampas hasta del 20% y un suelo de hormigón estriado para que las ruedas de los vehículos se agarren mejor en caso de que las condiciones meteorológicas sean adversas.

La ruta por la impagable Sierra Norte fue preciosa, pero muy dura, mucho más de lo que dicen los números. 64km con 1.430m de desnivel ascendido no parece gran cosa, pero la dureza radica en que no hay ni un metro llano y que el asfalto en general está en un estado lamentable, por lo que las bajadas son un sufrimiento para los brazos y los frenos. Además, la necesidad de ir constantemente evitando baches hace que la relajación en los tramos favorables sea menor. En principio teníamos previsto bajar al pueblo de Peñalba (8km más) pero el asfalto en la bajada del puerto tenía peor pinta todavía hacia la vertiente norte, por lo que volvimos directamente y dio tiempo a tomar una merecida jarra de cerveza. El tráfico, una vez más, inexistente, salvo en el tramo entre el famoso Hayedo de Montejo y el final de la ruta.

En definitiva, estupenda mañana de cicloturismo y de paso un buen tute para las piernas. Seguro que al fenómeno de Gus no le pasa fact
ura en el Cross del Telégrafo de mañana.



domingo, 15 de junio de 2008

Un armadillo en el Triatlón Clasificatorio de Vigo

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Pues sí, como le dije a Sergio, ya me siento triatleta. He terminado dignamente un triatlón y he disfrutado, así que el objetivo con el que fui a Vigo está cumplido.

Bueno, vale, también estaba en mis planes clasificarme para el Campeonato de España de Ferrol. Esto no parecía muy difícil, porque en teoría había más plazas (170) que inscritos, aunque a la hora de la verdad aparecen 176 participantes y 196 inscritos (?). No quiero entrar en mucha profundidad en este tema, porque es lo de menos, pero todo esto de los grupos de edad, plazas, etc. me parece un rollo patatero. Por un lado clasificarte en un olímpico en Madrid es durísimo, en un sprint en Vigo o Águilas regalan las plazas...no tiene sentido. Si lo que se busca es selección, un % de participantes en cada grupo de edad y cada clasificatorio. Si lo que se busca es que entre todo el mundo, inscripción libre.

Otra cosa que no entiendo de los triatlones es esto de que salgamos todos los grupos de edad juntos y luego aparezcamos en la clasificación por separado. Yo choco en el agua, doy relevos e intercambio ánimos con triatletas de todas las edades. Me parecería lógica una clasificación conjunta sin distinción de edad, que es menos desangelada si en tu grupo de edad sólo entran 4 o 5 personas (aunque no sea nuestro caso).

Después de este rollo, os cuento cómo fue el triatlón.

Llegamos a las 13h a la Playa de Bouzas, en Vigo, con una mañana estupenda y gente tomando el sol en la arena. Tras recoger los dorsales y ver que el circuito de bici aún no está cerrado al tráfico, los boxes no están listos, y el circuito a pie no está marcado, dejo a Sonia con las cosas (¡Qué paciencia tienes conmigo! ¡Gracias!) y reconozco con la bici el paseo marítimo hasta donde intuyo que llega el circuito a pie, todo llano. De paso veo las boyas de la natación: es prácticamente un ida y vuelta desde la playa a debajo del puente por donde se sube con la bici. Allí hay dos boyas formando un triángulo con la playa, pero el tramo de boya a boya es mínimo.

Tras perder el tiempo por la zona, por fin abren los boxes 45 min antes de que empiece la prueba. Dejo todo, me pongo el neopreno de Fer (gracias, una vez más, ya es la última que te lo gorroneo) y me meto en el mar a calentar media hora antes de la salida. Esto me parece imprescindible. A partir de ahora, no vuelvo a hacer el primo de tirarme al agua en la carrera de primeras, sin calentar, y estar sin aire a los 100 metros.

Tras diez minutos nadando muy suave, incluso para mí, salgo del agua y espero a la "cámara de llamadas": subir de la playa al paseo marítimo para ser llamado a la línea de salida ya dentro del agua. Lo primero que me llama la atención: sólo veo a dos sin neopreno, esto es menos "popular" que el Villa de Madrid. Salen las chicas primero, con retraso. A los 10 minutos, salimos los grupos de edad masculinos. Entro de los primeros en el agua por orden de dorsal y me retraso unos metros para salir de último en el centro de los 170 y tantos participantes.

Bocinazo y a nadar. Empiezo lento y cómodo, a los 50m ya pierdo de vista al resto del grupo. Hago un par de zig zags estúpidos, pero voy cogiendo ritmo y adelanto a un puñado de nadadores. Cuando estoy a mitad de distancia de la boya, soy tan garrulo que choco a lo bestia con un tipo que iba pegado a mi derecha (perdón). Llego a la boya muy bien, esto es pan comido. De boya a boya genial, están unidas por cuerda y la orientación no hace falta aquí. Último giro y hacia la playa. Cuando empiezo a estar harto de nadar, ya casi he llegado. Salgo del agua más contento que un ocho, miro el reloj: 16:30, 3 minutos menos que hace una semana en Madrid. En la clasificación quién sabe por qué me han puesto 15:28, pero como me han sumado dos minutos y medio más a la bici de lo que hice (supongo que incluye transiciones), el tiempo final es correcto. Sonrío a Sonia y me voy a la T1, con el desolador paisaje de sólo 10 bicicletas...¿qué esperabas? ¡Habéis salido todos juntos, no hay turno "salvador" 5 minutos después!

La T1 me sale razonablemente bien, y empiezo la bici como siempre después de nadar: mal. Las piernas frías y no sudo. El duatlón será más duro, pero al menos empiezas a pedalear sudando. Por delante el paisaje es desolador. En la primera subida voy dando alcance a algún que otro triatleta pero van tan lentos que no suponen ninguna protección contra el viento que, aunque flojo, entra de costado en la subida al puente.

El circuito de bici es duro, feo y mal asfaltado. Vi más de diez pinchazos...sin comentarios. Supongo que es imposible buscar un circuito mejor cerca de la playa de Bouzas. Se sube una cuesta larga por una carretera de dos carriles por sentido con mediana, se baja un poco hasta una rotonda, y se vuelve por el mismo sitio (sube, baja, sube, baja). El ciclocomputador dice que fueron 19,1km y el mismo desnivel que el Villa de Madrid: 250 y pico metros de ascensión total.

La primera vuelta sólo me vale para ver que me van a doblar tarde o temprano, así que decido no darlo todo de momento. En la segunda vuelta sigo adelantando ciclistas uno a uno pero ningún grupo. En triatlón con drafting estás vendido en la bici si eres nulo nadando. En la segunda subida de la vuelta llega el momento novato del día: el spray antipinchazos se me gira al coger un bache y empieza a molestarme al pedalear. Pierdo tiempo en intentar recolocarlo hasta que lo doy por imposible, lo desengancho en marcha y lo llevo en la mano. A todo esto me pasa un chico (otro que debe nadar tan bien como yo) y por fin tengo rueda, aunque me trago la rápida bajada y los baches con solo una mano en el manillar. Empieza la tercera vuelta, suelto el spray donde está Sonia y relevo con el amigo de antes la subida principal. Cuando está acabando ya no hace falta más relevo, porque llega el grupo de los primeros, sin juez ninguno en moto ni gaitas. Sintiéndolo mucho (o no), dejo pasar a todos para no molestar y me pego a la rueda del último tres kilómetros hasta que se van todos para boxes y yo tengo que seguir. Menuda gozada de vuelta: dos minutos menos que la anterior, sufriendo como un perro en la subida para aguantar el ritmo, pero bajando a 70 por hora casi sin dar pedales.

La cuarta tampoco me va mal, adelanto bastantes posiciones, y llego por fin a la T2 que me sale desastrosa (la triple cinta de la zapatilla se me engancha y me bajo con sólo un pie descalzo). El año que viene a ver si compro zapatillas de triatlón para los sprints...

La carrera ni fu ni fa. Sigo el ritmo de dos triatletas de Segovia 2016 hasta que uno de ellos afloja, el otro parece que se queda a esperarlo y yo sigo a mi ritmo. Al final aprieto y en la recta final le doy las gracias a Sonia por los ánimos, paciencia y compañía, entrando en meta en 1:14:33. Contentísimo con el tiempo y la carrera, apenas me da tiempo a descansar cuando veo que en boxes entra quién quiere a retirar el material, sin control alguno. Rápidamente voy para allí, recojo mis cosas y volvemos a Santiago a ver el partido de España.

Al final, 34 de 57 en mi grupo de edad (114º de 176 en total), 51º natación, 31º bici, 31º carrera. Es mi segundo triatlón, pero el primero en el que me siento triatleta...y dicen que es una droga que cuesta dejar...


miércoles, 11 de junio de 2008

Apología Armadilla

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(Idiosincrasia: Del griego διοσυγκρασα, temperamento particular).
Dicese de Rasgos, temperamento, carácter, etc., distintivos y propios de un individuo o de una colectividad.
No se bien cómo empezó todo esto. A lo mejor el día en que Fernando, estando con una ONG en Cuba, compró esa hoja de árbol en la que viene escrita la frase de Charly Chaplin "Sólo existe un obstáculo: tú mismo"

Este es un club sin microciclos de asimilación ni complejos entrenamientos combinados. Nuestra preparación viene, principalmente, de días en los que salimos a rodar al carril bici y sin saber cómo, acabamos dándonos un calentón todos picados como si tuviéramos 12 años, de que Manu nos coja y nos haga una cicloturista y te descubra unos puertos que sólo conocen Labordeta y él o de hacer unas transiciones en la casa de Campo donde lo más difícil es meter las bicis en el coche de Sergio si no has jugado nunca al tetris.
Un club donde todo el mundo está liadísimo pero todos encuentran un rato para escaparse a “darle” un poco; a las 8.00h un Domingo con la bici a Navacerrada cuando no están puestos ni los quitamiedos antes de que se le despierten los chavales(Angel de la Peña), de viaje de trabajo en una piscina Genovesa probablemente regentada por la temible mafia Genovese (Sergio) o arriesgando una estupenda relación llevándote la bici de vacaciones a la playa con tu novia(Gus y muy pronto todos los demás jeje)

Debo decir que, en el poco tiempo que llevo, nada es comparable a encontrarte a otro armadillo en medio del caos que es un tri. Ver a Sergio, como siempre, dejándose todo en el asfalto o a Dani rehaciéndose en mitad de la carrera a pie después de 1500m de natación y 40 km de bici hace que te den ganas de formar parte de esto y además de hacerlo bien.

Y qué decir de esa incansable afición, que ya sea por amor al arte, por amor a secas o por una especie de síndrome de Estocolmo mal entendido, son siempre ese aliento que hace que apretemos el paso en el momento clave de la carrera (un pequeño secreto, tras la primera curva frenamos)

Un club de amigos, al que cada uno ha llegado a su manera, por ser amigo, por ser amigo del amigo de un amigo, por conocerse de carreras populares, por el Blog … pero claramente un club en el que, desde el primer día te sientes … Armadillo

Esto únicamente pretende ser un elogio a todos los que formáis parte de esto

Idiosincrasia Armadilla

lunes, 9 de junio de 2008

PÁNICO EN EL LAGO

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En condiciones normales esta crónica debería titularse “mi debut” o algo así, pero lo que pasé ayer no merece otro nombre. Como de las malas experiencias también se aprende, aquí va la mía.

- Oye Sergio, que yo no he nadado un largo en mi vida.
- 750m nadando no es nada. Tú fedérate, corres los duatlones, y lo intentas con algún triatlón.
- Venga, vale.

Sí, yo soy “difícil” de convencer para estas cosas, y Sergio lo sabe. Once sesiones de natación después le doy la razón: en la piscinita de 25m, viendo el fondo, y con tres personas por calle, 750m no son nada. Es más, en las últimas sesiones he nadado 1.500m sin muchos problemas y casi sin parar, así que me voy todo pancho a correr mi primer triatlón a la Casa de Campo pensando más en cómo coger buenas ruedas en la bici que en el primer segmento de la carrera.

Hora de encuentro: 8.15 frente a la recogida de dorsales. Aparcamos a las 8.30, pero entre hinchar las ruedas y darle una cámara a uno que había pinchado nada más bajar la bici, llegamos los últimos y ya con prisas. Gustavo me trae una goma elástica para el dorsal (gracias!) pero está pensada para su cintura y a mí me queda bastante pequeña. Tras dos intentos infructuosos intentando que supere mis caderas, me decido a ir a la tienda a comprar un cinturón mientras dejo a Sonia reforzando el cierre con cuatro imperdibles.

Tienda:

- No nos quedan cinturones para dorsales, los acabamos ayer. Pero seguro que en la organización te dan goma elástica.

Organización:

- No nos queda goma elástica, la acabamos ayer.

Caray con “ayer”. Sonia ha hecho un buen trabajo (gracias!) y con mucho cuidado de que la goma no se rompa consigo ponérmela en la cintura. Rápido, a la zona de transiciones.

Los otros armadillos ya están casi listos. Dejo las cosas con calma, parece que aún tengo tiempo. Vamos a ponernos el neopreno de Fer (gracias!), que el pobre está lesionado pero se ha dado el madrugón para animarnos, como las incondicionales armadillas (gracias!), vosotras sí que tenéis mérito. A Fer se le ve que disfruta al ver tanto Armadillo, porque se está muriendo de risa al lado de Sonia…ah no, se ríe porque me estoy poniendo el neopreno con la cremallera hacia delante. Nunca llegaré al nivel de Mr. Diesel, pero soy un alumno aventajado. Saco neopreno, lo pongo de nuevo, y le pido a Sergio que me lo cierre. “A la cámara de llamadas!”. Leñe, si aún tengo la mochila. Me la coge Fer (gracias!), y venga, que esto empieza.

Estoy muy tranquilo, charlo un poco con Carlos, el nuevo fichaje, y con José Luis, el juez árbitro y amigo mío, que me mira con escepticismo (sabe que apenas llevo un mes nadando). Miro a mi alrededor y veo a 80 tipos dispuestos a darse palos en el agua. La estretegia mía es sencilla: dejar que se tiren todos, y nadar tranquilo. Suena la bocina y empieza mi primer triatlón.

Cuento hasta cinco desde que saltan todos y me tiro al agua. Un armadillo ha tenido problemas con las gafas y casi me lo trago cuando me tiro de cabeza. Empiezo a nadar respirando cada dos, ya cambiaré a cada tres si me veo bien. Me angustia un poco la sensación de no ver el fondo, pero la verdad es que me encuentro cómodo. El neopreno me oprime al respirar pero me ayuda con la flotabilidad, y sacar la cabeza es más fácil. Llevo 150m y de repente choco con alguien. ¿Alguno está nadando más lento que yo? Cambio a braza, giro la cabeza y veo como a 15 o 20 tíos detrás pegados a mí. ¿¡Qué es esto!? El grupo se ha comprimido desde la salida y he adelantado a algunos. Empiezo a ponerme nervioso y eso no es bueno.

Me faltan unos 50m para la boya de 300m, creo que cambio mi trayectoria sin querer y alguien me da una patada en la boca. Trago agua, me quedo aturdido y se me descolocan las gafas. Me paro, recoloco las gafas y entro en pánico. Soy incapaz de moverme mientras noto el corazón latiendo a todo meter. Intento nadar otra vez a croll, pero no coordino la respiración. Intento a braza, tampoco. Intento a braza sin meter la cabeza, y apenas avanzo. Así como 2 o 3 minutos. Estoy muy estresado y los últimos nadadores me van dejando atrás. Veo a un chico en el mismo estado que yo que va de rojo, y empiezo a pensar aquello de “¿qué hago yo aquí? ¿qué hace este aquí?”. Me agarro a la boya de los 300m y me tranquilizo un poco. Empiezo a nadar a braza sin meter la cabeza y así avanzo otros 100m por lo menos. De repente llega la barca de la organización, nos miran con cara de circunstancias, y nos dicen “¿queréis subir?”.

Paso rápidamente del pánico a la vergüenza, me río un poco de mí mismo, y decido que ni de coña me tienen que rescatar en barca de un estanque. Las pulsaciones bajan y empiezo a nadar medio bien, respirando cada dos, otros 100m. De repente me pasa el primero de la tanda de los gorros amarillos. Miro hacia atrás y veo una nube de espuma, brazos y gorros amarillos por todos lados. Segundo ataque de pánico, esta vez más controlado. Sigo nadando escorándome hacia el exterior del lago para que me adelanten sin problemas y por fin llego a la rampa azul.

Allí está Fer que, con un par de narices, me da ánimos diciendo “venga, que aquí tienes un buen grupo para la bici”. José Luis con cara excéptica comenta un poco más adelante “bueno, no pasa nada, que ahora viene lo tuyo”. Escucho los ánimos de Sonia y solo espero que no me haya podido ver pasarlo mal en el lago entre tantos gorros…

La T1 no tengo ni idea de si me salió bien o mal. No la recuerdo. Con el susto aún encima me subo a la bici, pero las piernas no van. Subo la primera rampa del teleférico a 14km/h, cuando entrenando lo subo a 17 y no rompo a sudar hasta el falso llano de arriba. En la bajada adelanto unas cuantas mountain bikes naranjas y casi al final engancho grupo de dorsales amarillos.

Empieza la segunda subida, me encuentro mejor. Recibo los ánimos de la afición armadilla, adelanto en algún punto indeterminado a Pancho que me grita (perdona, no te vi) y en lo más duro a Óscar, al que sí que me da tiempo a animar. Dejo a los del grupo y engancho rueda a dos de un club con tritraje naranja. En la bajada apenas tiran en los relevos, pero recordando mi desgaste del novato en el duatlón en este terreno aprovecho para beber y dejar correr la bici sin dar pedales. 34km/h bajando, vamos de paseo, pi pi pi. Llegando a la avenida de los Plátanos nos pasan tres a saco y me pego como una lapa a sus ruedas, dándoles un buen relevo. Alcanzo a Pablo y le grito que coja rueda al menos hasta abajo. No sé si me hace caso, pero cuando empieza la tercera vuelta ya no está detrás.

En la tercera vuelta me vengo arriba. Paso a Dani, al que se le ve muy bien. Este chico se multiplica por tres del duatlón al triatlón. Subo la rampa dura sin bajar de 18km/h, la mejor subida de las cuatro vueltas, saludo a la hinchada armadilla y Fer me anima a coger a Gustavo, que circula 1’30” delante. Me he olvidado del incidente en el agua, y por primera vez estoy disfrutando. De repente me pasa un “naranja” por la izquierda. Hago la lapa a su rueda y empiezo a oir gritos de un juez en moto.

- ¡Que no puedes!
- ¿Cómo que no? ¡Si yo también soy naranja! (Razonamiento inexplicable y estúpido que pasa por mi mente a 170ppm).
- ¡Que vas doblado!
- Ah, vale, pues lo avisas y ya está, no hace falta que me grites. (Espero que el juez no sea el mismo que el de la barca, porque me estoy cubriendo de gloria).

Vale, pues me aparto. Me doy un sprint en la bajada arriesgando un poco para enganchar un nuevo grupo y aquí sí que se va rápido y cómodo. Relevamos cinco y alcanzamos a ratos 50km/h donde en la vuelta anterior he ido a 34. Cuando empieza la cuarta vuelta veo a Sergio que me saca unos metros.

Empieza la última vuelta, adelanto a Sergio y dejo a los del grupo. Al coronar veo a Gustavo a lo lejos, en medio debí de pasar a Carlos, pero ni me enteré. Me alcanza por detrás un chico muy alto con tritraje azul y dorsal amarillo. Pienso que este viene de atrás muy fuerte porque es el primero que me pasa sin contar al que me dobló. Chupo rueda subida y principio de la bajada, pero en la curva a izquierdas el tipo baja a saco, yo tomo precauciones y pierdo su rueda. “Ni de coña”, pienso. Me doy el sprint del día en la parte final de la bajada, paso a Gus, al que animo para que me siga y alcanzo al de azul. Le doy un relevo todo lo fuerte que puedo, pero el tipo tira muchísimo más que yo, así que toda los Plátanos a rueda. Llegando a la transición se me rebota.

- ¡Ya está bien! ¿no? Vamos hasta meta, joder.
- Perdona, pero es que casi no puedo ni seguirte. Además no te preocupes, que me llevas 5 minutos.

Le doy un último relevo de compromiso, pero ya me estoy descalzando para hacer bien de una puñetera vez la bajada a la T2. Descalzo, pierna por detrás en marcha, y abajo. ¡Perfecto! Algo que me sale bien hoy...

Llego a la T2 y me grita Fer que soy el primer Armadillo. Sé que Gus me pasa corriendo y que Carlos tiene que ir por delante porque no lo he visto, así que voy a disputarle a Sergio el tercer puesto del equipo. Piensa que te piensa, empieza el show de Benny Hill, capítulo dos.

Con mucha calma me pongo las zapatillas, y paso el elástico por encima de las caderas a cámara lenta para no romperlo. Ya está. Salgo a correr…de repente oigo la voz de José Luis (el juez árbitro)

- Manu, el casco!!!!!!

Genial, marcha atrás y dejo el casco cuando Gus entra en la transición. Salgo a correr…de repente oigo la voz de una juez:

- El dorsal, llevas el dorsal al revés!!!!!!

“Ni de coña paro ahora a cambiarme el dorsal, sácame amarilla si quieres, pero yo no me paro”, pienso. La carrera se me hace pesada, me falta motivación. Gus me pasa en el km 1,5 y Carlos como una flecha en el 2. Sé que no tengo nada que hacer con estos dos, y mi crono final está machacado por lo del agua, aunque sé que en la bici he ido mejor de lo que esperaba. Los isquiotibiales me dan avisos, así que me dedico a controlar la renta de 20-30 segundos que tengo con Sergio y a saludar a todos los armadillos a medida que me los voy cruzando, público incluído. Sergio aprieta con su impresionante espíritu competitivo y me hace exprimirme al 100% en el último km para entrar con 15” de ventaja. Espero a que entre en meta y me abrazo con él. 1h20m25s. Pienso que él es el cabronazo que me ha metido en esto. (Gracias!)

Cuando enfrío un poco empiezan las típicas conversaciones y me doy cuenta que sigo un poco estresado, así que me voy solo a la zona de transición y allí me relajo recogiendo las cosas. Por cierto, faltaron las cañas… el único pero al club. :P

Soy sincero: no lo pasé bien, ni siquiera en la mayor parte del segmento en bici. Pero el ambiente en el club es tan cojonudo que no me planteo ni de coña renunciar a estos momentos con todos vosotros. Sois de lo mejor que he encontrado en Madrid. ;)

Gracias a todos, espero poder disfrutar en el siguiente triatlón.

domingo, 8 de junio de 2008

Relevos y Villa de Madrid, triatlón en estado puro ... !!!

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Un fin de semana con mucho triatlón, y sobre de todo de equipo. Relevos el sábado y Villa de Madrid con 9 Armadillos.

Aquí teneis las direcciones con más de 500 fotos (!):

Relevos: http://picasaweb.google.es/clubarmadillos/TriatlNVillaMadrid

Villa Madrid:http://picasaweb.google.es/clubarmadillos/DADelTriatlonRelevos


Y aquí SuperRubio (o mejor dicho, SuperCoco) en plena acción: