Aviso a navegantes: esta entrada me ha quedado un poquito
larga, como los ironmanes J!!!
Este ironman empieza hace mucho tiempo. En el 2015 se
anuncia una animalada de larga distancia que se va a hacer en Madrid. Unos
cuantos nos acercamos a Canencia para ver cómo estaba montado, con la idea
absurda de apuntarnos al año siguiente. Cuando abrieron plazas para 2016,
tarjetazo de los armadillos en bloque. La edición de 2016 finalmente se canceló
y nos marcamos una armadillada memorable en Marina D’Or, una primera
experiencia en larga distancia que a mi me dejó más que satisfecho, sin la
menor intención de hacer una burrada de estas en mucho tiempo.
Marina D’Or, ciudad de vacaciones
Pero resulta que llegan y anuncian que se va a hacer el
ironman de Madrid por el mismo recorrido que el km0 original. Es decir, nadar
en Buitrago de Lozoya y llegar en bici a la Casa de Campo después de haber
subido tres puertos majos como son Canencia, Morcuera y Cotos, para acabar
corriendo por Madrid Río unas decenas de kilómetros antes de ver la meta
situada en la Puerta del Sol. Imposible no apuntarse!!!
Después de una preparación con altibajos, pensando incluso
en borrarme a mediados de junio, llega el fin de semana de la prueba. Los días
previos son algo estresantes, por la logística y los temores/respeto ante una
prueba así. Se desarrolla una hipersensibilidad a las molestias, empiezas a
notar cada parte de tu cuerpo y piensas que vas a cascar fijo. Es una pequeña
paranoia que supongo que le pasara a más gente, aunque finalmente vaya bien
preparado para lo que yo soy, pienso que los músculos de un tirillas como yo no
van a aguantar la tralla que les espera.
Todo el ambiente previo fue un poco frío. La recogida de
dorsales en Cibeles, la pasta party, la expo en Buitrago….frío, y vacío. Somos
menos de 400 inscritos y empiezo a pensar aquello de “si no ves al pardillo, es
que el pardillo eres tú”. Gente con mochilas de Kona, IM de Lanzarote…..he sido
penúltimo en un par de pruebas y tiene su punto. Quién sabe, igual es el
momento de llegar el último, protagonismo asegurado en Sol. Se me pasa pronto, sinceramente,
con llegar ya estaría más que contento. Me da igual el puesto, como de
costumbre.
Nos juntamos los cinco armadillos en Cibeles y a Buitrago de
Lozoya que nos vamos, a pasar un sábado muy relajado antes de la prueba. Sergio
y Juanan se vacilan/pican, Pancho los observa pensando donde dar el hachazo y
Manu parece tranquilo, aunque el calor madrileño que vamos a tener no le gusta
un pelo.
Recogida de dorsales en Cibeles
Bici en la T1
Grupeta armadilla. Última salida antes de la prueba
Y llega el día de la prueba. Ya no duele nada. Sólo hay que
desayunar a las 6 de la mañana, coger las cosas y al embalse. Primera
complicación: la entrada es un caos y tenemos que dejar el coche en el pueblo.
Ya vamos con prisas!!!
Yo no soy muy rápido, ni compitiendo ni preparándome para
competir. En un momento dado veo que soy de los últimos en la T1 y ni siquiera
me he puesto el neopreno. El neopreno me queda algo grande y tengo que untarme
con vaselina cuello, corvas de codos y rodillas, ingles, hombros….vamos, un
cuadro. Con tanta vaselina el problema es que no me puedo echar crema, la
amalgama sería estupenda ya. Pasa Manu: “venga Pablo, que esto empieza ya”.
Bueno, hay tiempo. Pasa Pancho, el más pancho de todos haciendo honor a su
nombre, y me dice: “Pablo, ya tenemos que ir para el embalse”. Coño, ya sí que
me preocupo. Dejo la mochila y empiezo a bajar. Último pisete antes de empezar y
al verme los tobillos veo que no tengo el chip. Desastre. Carrera hacia el
camión de las mochilas, buscar la mía, coger el chip y volver a bajar
corriendo. Hala, ya he hecho el calentamiento!. Qué desastre, no aprendo. Me
encuentro con Juanan y al poco vienen Almu y Rafa con Boss y Luna, qué grandes
sois. Prima, estoy deseando ir a animarte a algo, lo vuestro no tiene precio.
Aunque sea me voy a pasar a animarte a un partido de padel. Os deberíais
dedicar a esto profesionalmente!!! Mil gracias por el madrugón y los ánimos
durante todo el día!
Con Juanan y Sergio justo antes de empezar
Con Rafa y Luna
Con Almu y Boss, enormes!
La natación no me preocupa especialmente. Me encanta nadar.
He nadado mucho y se me da razonablemente bien. Lo que tengo comprobado es que
si nado rápido igual gano algunos minutos, pero si nado a un ritmo que tengo
controlado de 5’/250m salgo como nuevo.
Alguno pensará que es un ritmo muy pachanguero, pero no tengo rivales más allá
del tiempo de corte en bici (ay, el tiempo de corte) y tengo que guardar mucho
para lo que queda. En Marina D’Or apenas utilice las piernas, esta vez decido
dar patada muy suave, si atizo mucho a partir de los 3km se me cargan los
gemelos. Siempre me han dicho que soy muy despistado y creo que no me he
“curado” del todo. Empiezo a nadar bien, cómodo. Respirando para un lado, para
el otro, cada tres. En un momento dado estoy disfrutando un montón. Nadando muy
cómodo, sin que nadie me moleste. Tan cómodo nado que me estoy desviando
mogollón. Eso es algo a trabajar. Paso la primera vuelta con el ritmo previsto
y con algunos metros de más gracias a ese nado cómodo y “despistado”. La segunda
vuelta es alucinante…..amanece, que no es poco, en el embalse de Riosequillo.
Es precioso nadar al amanecer o el atardecer, muy recomendable. Intento
despistarme menos, pero soy un caso perdido. Además, empiezo a notar que
“bailo” dentro del neopreno. Definitivamente me queda grande. No puedo hacer el
famoso “rolido”, sólo giro dentro del neopreno, más bien me deslizo como una
plancha y no como la quilla de un barco (preguntad a Juanan, es el que sabe de
estos nombres raros, un estudioso de la natación…..así nada el tío). Al final,
casi 4100 metros, eso sí, al ritmo previsto para acabar en 1h21’.
Amanece, que no es poco
Natación en el embalse de Riosequillo, Buitrago de Lozoya. ©JLHOURCADE
La presa al fondo. ©JLHOURCADE
Salgo del agua contento, y empiezo la cuesta alfombrada
hasta la T1. A mitad de subida, la primera gran sorpresa del día. Mi padre, el
abuelo Piter (así, Piter), un recién jubilado muy marchoso, se ha animado a
subir hasta Buitrago para verme en el agua. Qué bueno. Qué alegría. Me parece
sorprendente que me vengan a animar, es algo a lo que no me acostumbro…..pero
me encanta!!!!
Me paro, le doy un beso y sigo camino de la T1. Almudena, no
sé si por darme ánimos o por despiste, me dice que soy el primer armadillo….la
verdad es que no me lo creo mucho, se habrá despistado. De ser verdad, los
armadillos van fatal!!! Llegamos a otra de mis especialidades, las
transiciones. La carpa es enana, así que antes de salir a nadar Juanan apunta
que será buena idea cambiarse fuera. Total, vamos todos a nuestro rollo. Allí
estoy yo tan tranquilo echándome mi cremita con los calzoncillos como toda
vestimenta cuando me empiezan a vacilar los de la organización….”mira, uno que
se cree que está en la playa”…..ande yo protegido, ríase la gente. Llego a las
bicis y se confirma que soy el último armadillo. Me alegro por ellos, aunque me
apena por mi, porque sé que no veré ninguna cara conocida hasta Morcuera.
Antiguamente siempre salía delante al menos de Sergio J!. Se ve que las palizas de
largos de 26.5 metros y la constancia hacen de él un mejor nadador de lo que se
cree!
Aquí un padre ….espero que no te preocuparas mucho
Ya me habría gustado ver tantas bicis al salir
Y empieza la bici. Para mi es la parte más complicada de
este triatlón. Se suben tres puertos de entidad en los primeros 90 km y luego
se baja a Madrid, bastante favorable siempre que no sople sur. El principal
problema no es el recorrido, son los tiempos de corte. Bastante ajustados para
ciclistas humildes como yo. Los PROS llevaban una hoja pegada con los vatios
que tienen que mover en cada punto. Yo llevaba una lista con los tiempos de
corte que tenía que superar en Morcuera, Puerto de Navacerrada y en el km 134.
Recorrido ciclista. 169 km. Buitrago-Canencia-Morcuera-Cotos-Casa de
Campo.
Con la flaca que me regalaron por mi 40 cumpleaños estoy
encantado. Es cómoda, robusta, fiable, bonita…..pero las patas hay que moverlas
igual. Salimos del embalse, tiramos hacia Buitrago y enfilamos la primera
subida, corta eso sí. San Mamés me recibe a las 10 de la mañana con las
campanas doblando. Muy bonita la iglesia y muy chulo pasar por ahí en ese
momento. Me encuentro bien, disfrutando del precioso paisaje, con ganas de
empezar a subir Canencia.
Juanan y Pancho en San Mamés el día antes de la prueba
Enseguida llegamos a Canencia pueblo y empiezo a pasar
gente. No es un puerto muy exigente, excepto los tres últimos km, donde
encuentras algunas rampas por encima del 10%. El ambiente es buenísimo. Eso del
drafting, al menos para los que vamos en el furgón de cola, se respeta mucho. Y
más aún cuando la carretera tira para arriba. Corono Canencia bien, me pongo el
chaleco y enfilo la bajada hacia Miraflores de la Sierra. La bajada la he hecho
unas cuantas veces, pero ese día la disfruto muchísimo al saber que está la
carretera sólo para nosotros. Me siento afortunado, aunque muchos que han ido a
la sierra supongo que estarán fastidiados.
Canencia. ©Altimetrías
En mi plan de horario voy bien, llego a Miraflores más o
menos cuando pensaba y tiro hacia Morcuera. Este puerto es más duro, con un
tramo especialmente exigente del 5 al 3 a cima. Si no lo conoces puede ser una
buena sorpresa. Los ánimos de Juan (“llevas a Sergio a 16 minutos”, qué crack!)
y Alberto (nos has dado la mejor noticia del año sin duda, te debo una prueba
de animador!!!) me animan a intentar exigirme. Si te dejas llevar en la subida
te puede caer una minutada. Además, el riesgo de pinchar e ir agobiado me ronda
por la cabeza. Empiezo a pasar gente con bastante facilidad, un montón de gente
para lo que yo soy. Me sorprende ver a algunos realmente clavados y a otros que
no tenían ni idea de dónde venían. “¿El que queda es así?”. Voy contento, y creo
que bien de ritmo. Nada que ver con la última vez que subí, con un viento
infernal, aquello parecía Mordorcuera. Corono, bien de patas, vuelvo a ponerme
el chaleco, cojo algo en el avituallamiento que está algo más abajo, pisete y
para abajo. En la bajada paso a unos cuantos también. Es preciosa esta bajada,
la disfruto muchísimo.
Primeras rampas de Morcuera. Alberto, grande!!
Morcuera. ©Altimetrías
De nuevo me reciben las campanas, esta vez sobre las 12:30
en Rascafría. Paso el empedrado, el Paular y a subir Cotos, largo y muy bonito,
con los pinos acompañando casi hasta el final. Este puerto es algo menos duro
que Morcuera, pero los km se van notando. Me sobrepasa uno que se llama Hugo,
creo, y me comenta que está muy ilusionado porque este año quiere llegar, que
le está esperando su hijo en meta. Me cuenta que en el 2015 se retiró en el km
165 con temblores de piernas, rechinar de dientes, ojos dilatados…..joder, eso
en vez de dar ánimos asusta un poco. Luego le pasé yo, espero que llegara esta
vez. Le comento que los míos están esperando en Madrid Río, que tengo una tropa
de animadores. Me gusta intercambiar cuatro palabras con la gente (y no, para
los malpensados, eso no es drafting, sobre todo cuando vas en paralelo menos de
un minuto en rampas del 7%). En el último km me dan algunos temblorcillos en
los molletes encima de las rodillas. Espero que sea pasajero, pero por si acaso
meto el 32, que para eso está. Termino súper contento, es precioso este puerto.
La mala noticia llega al coronar, el viento sur que comentaba Manu por la
mañana se empieza a notar camino de Puerto de Navacerrada…..bueno, al menos yo
lo noto. “Es una bici cómoda, tres subidas a ritmo tranquilo, y luego bajada
hasta Madrid. Bueno, si sopla sur ya no es tan cómoda”, según la Manupedia.
Cotos. ©Altimetrías
Bici (este no sé quién es, pero la foto es bonita). ©JLHOURCADE
Al llegar al puerto de Navacerrada está el avituallamiento
especial que llaman. Pillo mi sándwich, el bidón con 6 geles, un plátano,
barritas, más geles….vamos, que me voy a poner fino. Es la hora a la que como
todos los día, algo antes de las 2 de la tarde, y me apetece comer bien. En
pruebas así comer, beber, volver a comer y seguir bebiendo es fundamental. El
sándwich de máquina me parece hasta rico, aunque tomo sólo la mitad. Y el
plátano es gloria bendita. Rico, rico. Según el del avituallamiento, el
siguiente tiempo de corte lo tenemos hecho. El de Navacerrada lo paso también
con media hora de adelanto. Voy con el ritmo previsto, según mis cálculos
pasaría por ahí a 20km/h y lo clavo. Empiezo una bajada muy disfrutona,
pensando que lo más difícil ya estaba hecho. Ay, iluso. Bajo, bajo y bajo,
seguro y muy feliz. Es difícil de explicar si no lo has experimentado, pero se
siente mucha felicidad en la bici, sobre todo subiendo y bajando. Qué gran
invento la bicicleta. Llego a la sede del club. La última de estas armadilladas
a la que no te apuntas Fer!!!. Estoy pendiente de ver dónde me lo encuentro
pero no hace falta. Desde unos cuantos metros antes, me empieza a jalear como
un animal e intuyo que su peque está sonriendo, se ve que va en el gen
armadillo. Grandes, muy grandes!!!
Armadillos y futuros armadillos
Con la moral a tope sigo bajando, y bajando. Estoy deseando
ver a Mamen, Julián, Claudia y Julia. Hemos quedado que estarán en el Sala en
Guadarrama. Cuando paso por allí freno un poco pero no veo a nadie. Snif, snif.
Es la hora de comer, es normal. Soy un lentorro y se habrán ido a picar algo. Total,
si voy a más de 40 km/h, nos vamos a ver un segundo. En esas estoy cuando unos
metros más adelante allí los encuentro, con mi padre de nuevo. El subidón es
importante. Parece una tontería, pero me emociono un poco y todo. Freno lo
justo para chocar con las sobrinas sin hacer daño y sigo camino más contento
que nada. Muchísimas gracias serranitos!!!
Dejo Guadarrama y tiro hacia El Escorial. Sopla, sopla y
sopla. Madre mía, esto va a ser eterno. Ya no es una bici cómoda
definitivamente. Me pasan algunas cabras y pienso que es normal. Un tío grande
sin acoplar y tostao es víctima fácil del viento. Podría ser un tramo para
volar pero se convierte en un tramo de penar. Madre mía. Se hace durillo, si te
dejas medio llevar no avanzas un metro. Antes de girar hacia Valdemorillo nueva
inyección de adrenalina. Pablo Barandalla y familia animan fuerte!!! Muchísimas
gracias por aguantar a la solana. Supongo que Sergio pasó hace ya mucho tiempo
y habéis aguantado, un detallazo!!
Sigo con el sube-baja pensando que el viento siempre sopla
en contra en la bici. En este caso es una realidad. En una prueba de tantas
horas puede parecer que te da tiempo a pensar en muchas cosas, pero realmente,
al menos en mi caso, estoy muy concentrado en el momento. Lo intento disfrutar,
saborear, controlar…..Y en esas estoy cuando el control se me va de las manos.
O aprieto o me quedo fuera de control. Está muy ajustado, y yo creo que no
contaban con el viento en contra. De repente veo que me quedo fuera del
siguiente control. Intento apretar, pero las piernas dan para lo que dan. La
verdad es que es el peor momento de la prueba. Cuando pienso que ya sólo tengo
que pedalear en recorrido favorable hasta Madrid, me dejo el higadillo para
llegar al siguiente avituallamiento en hora. Paro a reponer y lo comento con un
juez que pasa por allí. “Sí, la verdad es que es muy ajustado. Mira, de hecho
está el coche escoba ahí”…….¿cómo???. Me despido y a tirar como puedo. Es justo
la cuesta de los satélites, la que sube a Majadahonda. En lugar de ir recto nos
sacan por todas las salidas, y en una de esas cuesta abajo-cuesta arriba veo el
coche escoba por la carretera principal al incorporarme de nuevo. Toca apretar
más de lo esperado. El triatleta que va delante del coche escoba para a hinchar
una rueda y puedo sobrepasarles. La alegría es momentánea. En el
avituallamiento de Boadilla del Monte paro a coger agua y me pasa el coche
escoba otra vez. Los chicos del avituallamiento le gritan, pero no hacen mucho
caso….”eh, que os dejáis a uno aquí!!!”. A dar pedales. Hay una pequeña subida
y toca apretar, no quiero ir detrás del coche escoba, aunque pienso que estoy
en tiempo. Aprieto, aprieto y el mollete del cuádriceps tintinea. Bueno, espero
que aguante. Como tenga que parar a estirar ya sí que no llego. Consigo
pasarles de nuevo y voy escoltado por la Guardia Civil y el coche escoba un
rato hasta que pillo a un par de triatletas. Me siento importante y todo, con
escolta. Un poco angustioso sí fue, más que nada por si pinchaba o me daba un
tirón. Me empiezo a acordar del que se retiró en el km 165…..ay madre, si ha
venido toda la familia a Madrid Río, al menos llegar a saludar!!!
Por fin me distancio un poco del coche escoba y consigo entrar
en la Casa de Campo con el margen suficiente como para soltar un poco piernas.
Voy más cargado de lo que creía y quería, pero al menos voy a llegar a la T2 en
tiempo. Objetivo conseguido!!!
Entrada a la Casa de Campo, alegría inmensa
Dejo la bici a los voluntarios y tiro a cambiarme. La T2 es
un cuadro. Los diez o así que estamos cambiándonos estamos algo fundidos. Nos
damos ánimos entre nosotros, rula el réflex y más de uno piensa que no va a ser
capaz de dar un paso. Entra uno y dice “van y me dicen que he entrado en
control por tres minutos”. Por los pelos. “Joder, que son tiempos de una
cicloturista y no un ironman”. Ahí no me meto, pero ajustado era. Yo cumplo lo
previsto, 24 km/h y unas 7 horas en bici. Siete horas que aunque parezca
mentira se pasan volando. Me parece increíble que calculara así de bien, igual
eso de llevar un reloj que me mide hasta las Mahous que me tomo ayuda a empezar
a entender de medias, ritmos, frecuencia cardíaca y demás parámetros (gracias
Óscar!!!). Y dejo la T2, después de un buen rato. Las dos transiciones me
llevan unos 22 minutos, 11 cada una. Vamos, de récord. Bastante tengo con
levantarme de la silla en la T2, sé que esto de las transiciones no es lo mío.
Yo nunca sé muy bien cómo voy a salir a correr. Creo mucho
en el “entrenamiento cruzado” que comentan los armadillos. Vamos, que corro muy
poco y sé que en algún momento lo pagaré. Para este ironman he llegado a los
200 km en 30 semanas. Mi intención eran los 300 km, pero no pudo ser. Espero
que sea suficiente. Mi tirada más larga, 12 km. ¿Es lo mejor?. Obviamente no.
Pero es lo que hay. Confío en que al fin y al cabo correr es algo natural y
llevo corriendo desde pequeño. Además, la adrenalina es algo que no se mide en
las tablas de los entrenadores. Y de eso tengo mogollón cada vez que me cruzo
con la afición. Empiezo a salir de la T2 con cierto temor por no saber cómo voy
a responder y ahí están Paloma, María y Pablete. Madre mía, qué subidón. Qué
alegría. Qué bonitos sois. Veo a Laura también, qué grandes, con las camisetas
de Marina D’Or. No se me ocurre otra cosa que decirle a María “esto es
durísimo”…..ya la tengo preocupada para cinco horas, qué torpe. Reparto besos y
a ver qué tal se da.
Salida de la T2. Ahora toca correr.
Al principio hasta levantaba los pies del suelo
Y al principio se da de coña!!! Corro rápido para mi, a
menos de 5’30”/km durante varios km. Me encuentro súper bien. Voy bebiendo sin caminar
en los avituallamientos y tomando geles cada 3 km aproximadamente. Me cruzo con
Pancho y le veo ágil como una gacela, como siempre, qué crack, aunque algo me
dice de la tripa. Me cruzo con Manu y me dice que va fastidiado de la tripa
también. Luego me enteré de que iba muy, muy fastidiado. Lástima, había jugado
al comecocos en la bici devorando gente sin parar. Veo a Juanan, y creo que ya
no le vuelvo a ver, al final también acabó mal de tripa, una pena porque hizo
una natación y una bici brutales. Juanan, enhorabuena por haber acabado, tienes
un mérito enorme. Una pena no verte al final para compartir una cerveza.
Conozco bien por donde voy. Aniceto Marinas, el seguro, la
consulta de mi padre, el parque de la Bombilla, el colegio al que iba de
pequeño, el cine de verano, la torre de los Lerena, puente de Segovia…..y así
será durante cuatro vueltas. Veo a Juan otra vez y me da ánimos, gracias!.
También me encuentro a Edu Agulla por la Bombilla y le digo que la familia
estará en Puente del Rey, a ver cuándo repetimos alguna San Silvestre,
muchísimas gracias por tu apoyo!!!. Es
una pasada la cantidad de gente que finalmente veré ese día. El recorrido me
gusta, sobre todo cuando paso por Puente del Rey. Voy cómodo para la tralla que
llevo y paso los 10 km casi sin parar en unos 57 minutos. La tripa me hace un
extraño y después de ver a Manu y Pancho fastidiados decido combinar geles con
fruta. Está claro que tomar geles cada 3 km no es buena idea…..o igual todo lo
que llevaba antes era mucha tela ya. Cuando vuelvo de la Bombilla en la primera
vuelta se me ponen los pelos de punta durante un buen rato. Es una pasada.
Primero me cruzo con los armadillos, Jesús, Fer, Miguel Ángel, Alberto, antes de llegar a Puente del Rey, sois los
mejores!! Es una suerte pertenecer a este club, tener ese chat de frikis donde
tanto se aprende, coincidir con la bici o en las fiestas sorpresa, saber que
hay otros que están más locos que tú (realmente casi todos), disfrutar del
triatlón armadillo y seguir teniendo ganas de irnos de fin de semana a competir
donde el desnivel sea generoso y el drafting controlado. Siempre con una gran
sonrisa armadilla, como debe ser!!!. Grandes armadillos!!!
Está pasando, lo estás viendo
Lo mejor está por venir. Es una locura. Cada vez que paso
por Puente del Rey, y paso cuatro veces por vuelta, se monta la marimorena. Una
hinchada brutal se ha juntado ahí para dar ánimos. Miguel Ángel, María,
Guillermo y María Luisa se han pasado a ver cómo los espingardos de vóley se
hacen un ironman. Quién lo iba a decir. Veo también a Iciar, Nerea y Olaya con
sus camisetas, Bea, Nacho, el hermano de Sergio, Jorge, Ana, Bruno, Carmen,
Tuli, Alberto, Gonzalo…..muchas gracias!!! Al fin veo a Lola, supongo que
estaría dormida antes. Sonríe un montón y choca con ganas. Además de Lola, se
han pasado Mamen y familia, mi padre (buena paliza debe llevar), María con
Lucía y Diego, Nuria con Jaime y Pablo y Almu y Rafa (os debo una, insisto!!!),
…….y espero no olvidarme a nadie. Los peques parece que lo están pasando bien,
es una alegría verles trotar unos metros a mi lado. Madera de deportistas veo
ahí!. Tengo muchísima suerte de pertenecer a mi familia. Son muchos los motivos
y no los voy a contar aquí, pero en este caso destaco que sois unos locos de la
animación y eso se agradece muchísimo, gracias, gracias, grcias!!!!. Al final
me hice famoso en ese tramo. “Mira, ahí está el Pablo ese”.
Animación a tope
Como decía antes, la adrenalina, la emoción o llámalo como
quieras hace que esos tramos de animación pasen volando. Sinceramente, ni
siento las piernas, ni siento el ritmo, ni nada. Simplemente disfruto. Es una
pasada. Me emociono mucho cada vez que voy camino de la torre de los Lerena. Es
increíble. La sonrisa me dura un buen rato y la gente comenta “mira este qué
sonriente va el tío”. Ese tramo se me pasa volando.
La hinchada animando. Gracias!!!
Así es más fácil correr
A pesar de los ánimos, ya voy notando como el cansancio
llega. El principal síntoma para saber que tengo que bajar el ritmo son los
isquios. Me mandan mensajes muy sutiles, pero yo los conozco bien. Tengo que
rebajar un poco el ritmo y empiezo a parar algo más en los avituallamientos.
Aún así, no voy mal del todo. Hago la media en unas decentes 2h15’. Pensaba
hacer el maratón entre 4h30’ y 5h00’. Ahora ya sé que estaré más cerca de lo
segundo que de lo primero (al final 4h58’). La verdad es que la tentación de
caminar es grande una vez que lo pruebas. Los isquios los tengo controlados,
pero los gemelos y los tibiales empiezan a quejarse. Los cuádriceps que tanto
usé en la bici parece que están de espectadores ahora. Cuando llevas tantas
horas es casi imposible hacer un estiramiento decente. Aún así, parar de vez en
cuando en una acera o en un árbol a estirar ayuda algo, con cuidado porque si
estiras el gemelo contraes el tibial, y se queja. Conclusión, tocará bajar un
poco más el ritmo. Los km empiezan a salir por encima de los 7 minutos. La
combinación caminar-correr es fastidiada, pero es lo que toca. Tengo hasta la
medianoche para terminar. Voy pensando que ya no queda nada, esto está hecho.
Me cruzo con Manu y me dice que no sabe si va a terminar….y le quedan 6 km, qué
envidia. Madre mía, me quedan a mi 6 km y aunque sea llego a gatas, luego me
enteré que casi ni a gatas llega. Me alegro de que acabaras crack, esto es muy
largo y puede pasar de todo. Me cruzo con Pancho y me dice que se va a retirar.
No sé a cuánto está, o 6 o 16, no lo tengo claro. Pero está muy jodido según me
dice. Le intento animar, pero se ve que la decisión está tomada. Me parece
valiente y acertado retirarse, pero entiendo que lo debió pasar mal, estando
tan cerca. Nos veremos en otra Pancho!!!! Sergio me pasa y le veo parar a
estirar un poco. Parece que va bien, le tiene tomada la medida al ironman,
enhorabuena, eres un grande!!. Por favor, no compres el potenciómetro dichoso o
no podré salir contigo en bici.
La cosa se va poniendo fea y aparecen algunas ambulancias
que antes no atendían a nadie. En esa vuelta en La Bombilla camino más de la
cuenta, pero ando un poco mosca con mi propio estado de forma y con lo que voy
viendo. Quién sabe cuántos minutos se escapan ahí, pero eso es lo de menos
ahora. En la última vuelta la afición se va hacia la Puerta del Sol y empieza a
anochecer. Uf….la última vuelta y llegaré a Sol. Voy pasando y siendo pasado
por un par de triatletas, vamos al mismo ritmo más o menos. Vemos otra
ambulancia y le comento a uno “parece que habrá que seguir comiendo y bebiendo”.
“Ahora es el momento más crítico”, me comenta. No sé si será el famoso muro o
qué, pero es verdad que se hace complicado. Piernas y cabeza tienen que
trabajar ahora. No entra mucho más, pero pillo una botella de isotónico y bebo
todo lo que puedo. Esta no la tiro. Aunque sea chupitos la tomo. Cuando paso
por última vez por La Bombilla Lucía y Joaquín se han pasado a verme con Edu.
Qué ilusión, mil gracias!!! Me recuerdan las carreras del cole, me dan un par
de besos y ya tengo energía para lo que me falta. No es nada, pero me temo que
se va a hacer largo, largo.
Al final resulta que he corrido siempre
Ya sé que no voy a pasar por esos avituallamientos otra vez
y me despido agradecido de todos los voluntarios. Muy majos y entregados todos.
Vuelvo a pasar por el Puente del Rey, casi vacío esta vez. Antes de llegar, se
me ponen unos cuantos del Atleti a animarme como locos (si ven la foto de
arriba, quién sabe….pero todos tenemos un pasado). Les animo cantar el “dale,
dale Atleti” y veo a Almu y Rafa que se han quedado hasta el final, enormes…..no
puedo ni saludar porque me escoltan unos metros los atléticos (vale, está
prohibido, pero lo del Atleti es un sentimiento que va más allá de las normas
de la ITU). Para arriba, ya no queda nada!!!
La subida a la Almudena es bastante pronunciada. Los que
bajan nos animan mogollón “vamos, que lo tenéis”, “poned buena cara para la
calle Mayor”. Intento correr pero es imposible, las piernas dicen “qué intentas
a estas alturas”. No me importa mucho, de hecho, uno que va delante de mí corre
pero no coge distancia. Ya en el giro a La Almudena una policía anima
muchísimo. Pienso en el montaje de la prueba. Increíble. Para 400 piraos. Lo
siento por los que hayan sufrido los atascos. Pero ahora sólo me acuerdo de
todos los voluntarios, guardias civiles, policía, jueces, organización…..increíble,
mil gracias. Ya en La Almudena hago lo que me han dicho, poner buena cara y
trotar lo que puedo, que es poco. La Almudena, Palacio Real al fondo, trotar y
sonreír otra vez. Me empiezo a emocionar, y mucho, pensando que voy a llegar.
Sí, voy a llegar. No queda nada. Plaza de la Villa. Los desconocidos te animan “vamos
Pablo, lo tienes hecho, unos metros y ya es llano”. Se me ponen los pelos de
punta, literal. Empiezo a ver el montaje. Espectacular. Una alfombra roja
eterna. Y veo a Manu y Sergio, llevan los pobres mil horas esperando. Sois muy
grandes. Vamos!!!!! Y aparecen María, Pablo y Lola para entrar los tres juntos.
Vamos, vamos, vamos, sí!!!!Indescriptible la felicidad. Creo que los peques
también disfrutan. María parece también contenta. Definitivamente, tengo una
familia preciosa y me siento afortunado y agradecido de poder compartir con
ellos estos momentos. Es una pasada. El resto de familia se queda fuera, pero
los siento corriendo conmigo, es una suerte. Se han quedado todos hasta el
final. Sois alucinantes. Pablo pide música, pero esta vez nos toca entrar con
una pedida de mano…….ella dice que sí, me alegro por ellos. Allí estamos dos familias
felices en la Puerta del Sol, donde empiezan las carreteras y acaban los
años…..y los ironmanes de Madrid!!!
Brutal…..soy Ironman de Madrid!!!
Ha sido la leche.
Hinchada en meta
2 comentarios:
Grande es poco... Enhorabuena una y mil veces. No, el pringao no eres tú.
Pastilla.
Eres un crack. Un relato precioso, el próximo año espero poder estar ahí...(animando) :)
Miguel
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