lunes, 22 de septiembre de 2014

II Ancares 3 Trails

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Aunque esto está bastante muerto, me apetecía escribir algo de la Ancares 3 Trails de este fin de semana.

En primer lugar, un topicazo que en este caso tiene aún más razón de ser. Muchas gracias a Sonia por la compañía en una prueba que, por su distribución de 3 etapas en 2 días, resulta cansadísima y aburrida para los acompañantes. También a Cati, Arantxa, Claudio, Paula, Noa y Ana, muchas gracias por todo.

La Ancares 3 Trails, disputada en Pereda de Ancares (Candín, León), es un Trail por etapas que totaliza 75km y 4.000m de desnivel positivo. Además de a la prueba global, te puedes apuntar a una o a dos de las etapas. Pero como diría Sergio...nunca te apuntes a "la hermana menor", así que había que ir a por el paquete entero.

Mi amigo Miguel, leonés afincado en Coruña y asiduo a los trails gallegos, me animó a acompañarle, ya que tenía ganas de sacarse la espina del abandono del año pasado en el maratón, bajo unas condiciones climatológicas terribles. Las crónicas del 2013, con un 40% de abandonos y gente muy curtida hablando del "maratón de montaña más duro de España" acojonaban un poco, pero bueno, conozco bien la zona y tenía muy claras las vías de escape en caso de tener que abandonar.

Las crónicas y tiempos de corte también echaron para atrás a mucha gente este año, con sólo 110 inscritos al desafío 3 Trails, la mitad que en 2013. La verdad es que es una pena la reducción drástica de participantes porque la carrera es absolutamente espectacular, y en mi opinión hay que dar manga ancha todo lo posible en este tipo de pruebas. En España el deporte popular es mucho menos "popular" que en el resto de países, y estas cosas no ayudan a fomentar la participación. Una cosa es gente inconsciente que acude mal preparada y otra distinta es gente muy fondista, que va muy lento o hace casi todo el camino andando. Dentro de unos límites razonables, yo creo que a todos beneficia la inclusión de este tipo de deportistas.



 El sábado por la mañana se disputaba la primera etapa, 21km con más de 900m de desnivel positivo según mi GPS. A pesar de su dureza, no era nada técnica, así que en principio su perfil me iba de maravilla. Además luce el sol y hace fresco, condiciones ideales para correr. Nada más salir hay 5km cómodos que pican hacia abajo. Busco por inercia posiciones habituales en el segundo o tercer grupo...y me encuentro pasando el km3 a ritmo de 3'50" y no voy ni entre los 30 primeros. ¡Cómo está el nivel aquí! Enseguida viene una larga subida a un cortafuegos y voy adelantando gente, aunque intento no pasarme lo más mínimo. 



Tras coronar el punto más alto viene una bajada suave por pista, donde gano otro par de puestos, y luego algún tramo algo más empinado aunque no muy técnico, donde me adelanta un montón de gente, una constante todo el fin de semana. La carrera es muy rápida, no demasiado bonita, e ideal para no medirse bien con tanta zona de darle zapatilla. A partir del km 14 pongo el modo "ahorro" y decido hacer todas las subidas caminando, por ligeras que sean. Pierdo un par de posiciones y acabo en 1'55", puesto 26. Lo único negativo, una herida en un dedo del roce con la zapatilla. Como sólo tengo unas de monte, las estaba guardando para el maratón y corrí con las de asfalto.

Comida y hora de la siesta. Aquí paso el peor momento de todo el fin de semana. Lo que es la mente...no soy capaz de dormir, noto el cansancio de la carrera y la herida tiene mala pinta. Estoy casi convencido de que es imposible superar lo que queda por delante. Meto las patas en agua helada y me hago una cura.

Sin tiempo para mucho más, llega el anochecer y toca un trail nocturno de 12km y 500 de desnivel positivo. Aquí empiezo con los debuts, nunca he corrido una prueba nocturna, y nunca he corrido con frontal. 

Foto de Guillermo Pedrero


A pesar del pesimismo con el que empiezo, enseguida noto como las piernas van perfectas. No he dormido, pero sí he recuperado, y me noto muy ágil. Aún así me lo tomo con mucha calma. La carrera es preciosa, primero por el típico camino estrecho a la vera de un río, luego subiendo por una pista en un bosque cerrado, para acabar corriendo por una falda de la montaña como las luces de Pereda al fondo del valle. Espectacular. Regulo, corro con cuidado de no tocer un tobillo en alguna piedra, y en la bajada final me pasa otro montón de gente. Finalizo el 43, pero con una sonrisa enorme. Me lo he pasado de maravilla y estoy convencido de poder acabar. Miguel hace esta etapa acompañando a Cati, que baja un montón su tiempo del año anterior, y se lleva la victoria en veteranas. Enhorabuena!

5 horas de sueño, y tras desayuno ligero y largos preparativos, llega el plato fuerte. Mi primer maratón de montaña, con 2.700m de desnivel positivo por delante. Son las 7 de la mañana cuando se da la salida, de noche y con frontal, y salgo al ritmo de Miguel, que va como un tiro en la subida inicial. Se hace de día, abandonamos la pista de la braña de Pereda, y me pongo delante para servirle de referencia por el sendero, aunque la verdad es que el recorrido estaba perfectamente marcado. Cuando llegamos a una parte técnica, en la cresta hasta el Cuiña, perdemos unas cuentas posiciones pero sigo pensando que vamos a muy buen ritmo. 


Las vistas son espectaculares al amanecer, el tiempo es ideal, sol y frío, y la "sorpresa" de la subida a Dos Hermanitos por una canal de rocas, hasta se agradece, porque bordear la cima por la izquierda resulta menos técnico pero más penoso, al tener que avanzar de lado y sin sendero marcado.

Foto de Blas Rodríguez

Coronamos el Cuiña en poco más de 2h, por lo que el fuera de control de Suarbol, en el km16, ya no peligra (3h30m). La bajada también es preciosa, bastante corrible, aunque por sendero y camino, con mucho piorno al principio y algo de roca después. Vamos comiendo en la bajada, y nos lo tomamos con bastante calma, a un trote ligero que no castigue los cuádriceps demasiado. Casi sin darnos cuenta, llegamos a Suárbol donde hoy un avituallamiento y están las chicas esperándonos. Pasado el control de tiempo con más de 45 minutos de margen, hay que olvidarse del crono y centrarse en guardar fuerzas para lo que queda.

De Suárbol a Balouta se sube por pista y camino hasta la carretera de Pan do Zarco, por la que ya he subido dos veces este año en bicicleta. Me distancio un poco de Miguel por inercia, pero veo que sigue cerca a buen ritmo. La bajada a Balouta es muy bonita, y aunque no es muy técnica, no consigo correr apenas, voy sin ritmo perdiendo a prácticamente todos los que he superado en la subida anterior, y la herida del pie empieza a doler de verdad. Quizás sea el peor momento del día. Por fin llego a Balouta, donde hay un avituallamiento sólido y líquido precioso, en el interior de una palloza, tan típica de Ancares. Estamos en el km26.



Aquí me doy un festín, 2 sandwiches de nocilla, 2 plátanos, 1 pastel, frutos secos...de paso me cambio los calcetines mientras le digo a Sonia que voy genial de patas, aunque con el dedo un poco machacado. Me pone cara de "sarna con gusto no pica", así que me levanto y salgo de nuevo con Miguel, que ya ha llegado.

Por delante queda una larga subida al Miravalles, y el calor empieza a apretar. La ascensión al principio no tiene mayor dificultad, y subimos charlando. Cuando vamos por mitad de la subida, Miguel empieza a flojear, así que tiro un poco a mi ritmo, pero el tío viene ahí al lado, por lo que aprovecho pequeñas paradas para ir bebiendo para esperarle y animarle.

Foto de Blas Rodríguez

A poco más de 200m de desnivel para hacer cima, la carrera nos mete por una pradera con muchísimo desnivel. Aquí Miguel se queda definitivamente pero me hace señas de que va bien, por lo que subo ya a mi ritmo hasta la cima, adelantando algunas posiciones. 





Corono y pregunto cuánto falta para el siguiente avituallamiento. "2km" me dicen, así que me siento a contemplar el paisaje en el vértice geodésico y me bebo la mitad del bidón que me quedaba. Este año he subido al Miravalles desde el puerto, y me parecía que la bajada hacia Tejedo era por camino. Error. 

La bajada es bastante técnica. En algún paso incluso hay que echar las manos al suelo para bajar entre las rocas. Veo un rebaño de rebecos y disfruto el primer tramo de bajada en total soledad. Cuando pienso que ya tiene que llegar el avituallamiento, llego a un camino con mucha roca suelta entre sombras por la que avanzo muy lento. Estoy seco, pero con fuerzas, así que intento apurar lo máximo posible para llegar pronto. Por fin alcanzo el avituallamiento de la Braña de Tejedo.

A partir de aquí quedan 9km que disfruto a tope. Es una bajada suave por una pista, me quedan muchas fuerzas y me lanzo a buen ritmo. Alcanzo a Claudio y a Paula que han subido al Miravalles a ver pasar la carrera, les aviso de que Miguel viene muy bien y sigo bajando sin pararme demasiado. El tramo final de Tejedo a meta son 4km casi llanos, que se hacen eternos, pero voy disfrutando...como no disfrutaba desde el Titán. Son esos momentos mágicos de ir en soledad disfrutando del esfuerzo cuando las piernas responden perfectamente, donde el deporte de fondo te aporta felicidad y paz interior.


Cruzo la meta en 7h, puesto 40 en el maratón y puesto 28 en la clasificación general. ¿El premio? Una gorra de finisher y un plato de paella... ¿quién necesita más? ;)



Finalmente, aquí va mi homenaje a una grata sorpresa de este trail. Su nombre es Tyson, es un perro que cuando su dueño enfermó gravemente se quedó en la calle, y el pueblo de Sorbeira ha adoptado. Le encanta seguir a los turistas cuando van a caminar por la montaña. El muy crack se hizo ¡las 3 pruebas! En la nocturna hizo un tramo de subida conmigo. ¡Un grande Tyson!