A pesar de estar ya en octubre, y ser la salida a las 9:30, el día era perfecto para un triatlón. Nada de viento, no hacía frío, no hacía calor. Llego con Sonia a tiempo de saludar a Pablo y Sergio, calentar en la bici, montarlo todo y calentar con el neopreno en el Lago. Como siempre, la hora de la salida se echa encima de repente y bum...ya estamos otra vez entre las carpas, desde el lado izquierdo del pantalán, nadando hacia el embarcadero.
Salgo despacio pero guardando la línea recta hacia la primera boya. En la CdC la gente da un rodeo hacia la derecha, no sé por qué, pero es la impresión que siempre tengo. Llegando a la primera boya choco de frente con un grupo que entra por la derecha (los del rodeo) y me sacan las gafas. ¡Empezamos bien! Paro a colocarlas y me doy cuenta de que en el Lago se hace pie...¡y yo que pensaba que casi me ahogo en 2007!
En fin, que ahora nadando a pies en grupo tiro más rápido hacia las siguientes boyas y acabo la primera vuelta bastante atufado...debo ir fatal...miro el reloj...¡la leche! ¡pero si voy en 13:50...mi mejor tiempo en un sprint aquí es 15:10. Me tiro con un subidón tremendo y nado la segunda vuelta bastante mejor que la primera, más recto y sin recibir ni un mamporro. Salgo en unos alucinantes 13:18 que no sé de dónde los he sacado para hacer 27:08 (puesto 44 de 160) y rebajar mi marca en nada menos que cinco minutos y medio. Si en Allariz (15:10 en 800m) nadé genial para lo paquete que soy , esto ya no tiene nombre. Hoy es mi día.
La T1 me sale globera a más no poder. El neopreno comprado cuando pesaba 75kg no sale a la primera, y además paro a ponerme calcetines que mis pies no son los de antes de la lesión, bregados en trekkings y triatlones. Ahora son propensos a las llagas y prefiero perder 10 segundos que acabar con un puzzle de Compeeds.
Salgo al circuito y enseguida tomo rueda de Esteban, un Aguaverde que rueda con unas Zipp de perfil...no me da tiempo a disfrutar de su sonido, porque el amigo empieza a tirar como un loco en la primera subida a Garabitas. Me estallan los cuádriceps, pero consigo aguantarle y cogemos a uno con traje de Spiuk con los que formaremos un grupo de comecocos durante las cinco vueltas que dura el segmento. Los tres a relevos pasamos a un montón de ciclistas, aunque a partir de la cuarta vuelta la inmensa mayoría son doblados.
Nos dejamos de historias, y seguimos tirando los tres. En la 4ª subida a Garabitas Esteban afloja un poco (menos mal) y hago la mitad de la subida a saco, pero tampoco dejo a nadie. Al final uno cae de maduro en el llano (???) y los demás nos bajamos en la T2 mientras alguien grita "Muy bien, fulanito, vas el 19º"(11º en el parcial de bici, 1:15:30).
Mi bajada en la T2...luciendo mis calcetines blancos "a lo Moreau", como diría Rubén Moñino. Foto de A. Bermejo.
La segunda vuelta bajo el ritmo (insostenible para mis 200km acumulados de carrera...en toda la temporada) y en la tercera lo mantengo en torno a 10:50. A grito de "Vamos Armadillo!" la carrera a pie es como siempre un placer, con el ya clásico choque de manos con Sergio, que está corriendo exactamente a mi ritmo en cada vuelta lo que nos permite cruzarnos delante de Sonia, Nerea y Laura, con Pablo, y con dos que no conozco aún (José Luis y Luis), pero que nos animamos mutuamente como si estuviésemos a punto de acabar un Ironman.
Parcial 38 42:14... en meta 21º, 2:24:50. Mi mejor triatlón con diferencia y lo mejor es que aún no me explico cómo ha podido salirme tan bien. Será que aquí simplemente vine a disfrutar...y hay que ver lo que se disfrutan las cosas cuando cuesta llegar a ellas...